Los servicios de emergencias, frente a la finca donde se produjo el incendio. | Redacción Sucesos

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Cuatro de los cinco policías heridos en el incendio de una vivienda de Palma han sido dados de alta este mismo jueves. Sólo uno de ellos permanece hospitalizado aunque evoluciona favorablemente y todo parece indicar que podría salir del hospital este viernes.

El suceso se produjo en la madrugada del miércoles a jueves en un segundo piso situado en el número 68 de la carretera de Valldemossa, junto a Ocimax. Juan Mas, de 64 años, y su mujer, Marga García, de 54, pusieron el lavavajillas el miércoles por la noche antes de irse a dormir. A las dos menos cuarto de la madrugada se despertaron por un fuerte estruendo provocado por el electrodoméstico que habían comprado dos años atrás. Había cortocircuitado. «Oí una explosión y no pude salir por el humo y el fuego que había en la cocina», explicaba el hombre.

La cocina terminó arrasada por el fuego. Las ollas, restos de platos y cubiertos se encontraban desperdigados por el suelo. El microondas estaba derretido como un reloj de Salvador Dalí. Algunos productos de limpieza cobijados bajo el fregaplatos sobrevivieron a las llamas, al igual que una gran cafetera italiana que resistió sobre la placa de vitrocerámica.

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Policías de paisano

Los moradores alertaron a los equipos de emergencias y se refugiaron en el salón. Juan Mas dejó a su suegra, Margarita Amengual, de 88 años, asomada a la ventana. Dos agentes de paisano de la Policía Nacional fueron los primeros en acudir a la vivienda. Los policías fracturaron la puerta principal y al acceder observaron que el pasillo estaba repleto de humo y la familia no podía abandonar el piso. Agentes de la Policía Local y más patrullas de la Nacional también se desplazaron hasta    el domicilio y con sus linternas iluminaron la salida para que Juan y Marga pudieran abandonar la casa gateando.

Los policías regresaron al interior para auxiliar a Margarita Amengual, que tiene movilidad reducida, y la llevaron en volandas al exterior. Un camión autoescalera y otro autobomba de los bomberos se personaron de inmediato y acabaron de sofocar las llamas sobre las tres de la madrugada. El incendio dejó ocho intoxicados por humo, los tres residentes en la casa, tres policías nacionales y dos locales que fueron asistidos por los servicios sanitarios.

Tanto el matrimonio como la anciana se recuperaron rápidamente y acudieron por la mañana al piso para guardar sus pertenencias en bolsas de la compra e instalarse de forma temporal en casa de su hija, que vive a pocos metros de allí.