El profesor concedió una entrevista a este periódico. | Teresa Ayuga

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El juzgado archiva el caso contra Francisco Manuel Sánchez, el profesor de judo acusado de abusar de once de sus alumnos en gimnasios del Llevant de Mallorca. En su auto, el magistrado concluye que: «De lo actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa, por lo que procede decretar el sobreseimiento provisional de las actuaciones».

De esta forma, el juez atiende la petición del abogado de la defensa Eduardo Luna, que sostenía desde un primer momento la inocencia de su defendido. Es más, en su escrito ya dejaba claro que «de las declaraciones llevadas a cabo ante este juzgado, de las múltiples víctimas que según la Guardia Civil existían, sólo se ha personado en el procedimiento una de ellas. A tener de sus declaraciones, debemos colegir que los hechos narrados por ésta no revierten carácter de ilícito penal», afirmaba el letrado.

Para la Guardia Civil, desde un principio, el acusado era un depredador sexual. Que durante más de diez años se aprovechó de su condición de profesor de judo para abusar sexualmente de, al menos, once niños. El juez, sin embargo, no lo tuvo nada claro desde un principio y dudaba de que se tratara de un pederasta en serie y por ese motivo lo dejó en libertad con cargos, en contra del criterio de la Fiscalía, que estudia recurrir la decisión. El sospechoso aseguró que todo se trataba de una venganza. Finalmente, la justicia ha decido archivar la causa.