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Un estreno accidentado. Poco le duró la alegría de estrenar nuevo coche y además un flamante Ferrari valorado en unos 250.000 libras (cerca de 300.000 euros). El hombre salió del concesionario con su deslumbrante vehículo, pero poco después tuvo un aparatoso accidente cuando solo había recorrido tres kilómetros. El siniestro se registró en Derby, una autoridad unitaria situada junto al río Derwent, en el centro de Inglaterra.

La Unidad de Policía de Derbyshire Roads compartió las imágenes del accidente en las redes sociales en las que se aprecia que el capó del coche del la famosa marca italiana quedó completamente destrozado. El conductor resultó ileso tras colisionar con fuerza contra los guardarraíles.

El incidente género numerosos y variados comentarios en las redes sociales entre los que lo lamentan y se preocupaban por el estado del conductor y otros que critican su temeridad y consideran que un Ferrari no es un coche que pueda conducir cualquiera debido a su gran potencia y que puede suponer un peligro tanto para el conductor como para el resto de usuarios de la vía. El diario Mirror también se hizo eco de la noticia y en los comentarios algún lector indicó que el vehículo no estaba asegurado, un rumor que generó un debate sobre la responsabilidad o no del concesionario de que todo vehículo salga ya con el seguro.