Bashkim Osmani, a su llegada a los juzgados. | Alejandro Sepúlveda

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Sonriente, sin mascarilla y en plena forma física. Las dos semanas en una prisión croata no han hecho mella en Bashkim Osmani, el presunto capo mafioso detenido en la ‘operación Casino’ –abierta por blanqueo de dinero y narcotráfico a escala internacional– que este miércoles fue extraditado a Mallorca. Tras negarse a declarar ante la jueza y fiscal (solo contestó a preguntas de su letrado), el jefe de la organización ingresó en la cárcel de Palma.

A primera hora de la mañana, Bashkim salió escoltado de la prisión de Porec y los agentes, entre los que había policías nacionales, lo trasladaron al aeropuerto internacional. De allí, volaron a Zúrich (Suiza) y después tomaron otro avión hacia Son Sant Joan, a donde llegaron sobre las dos de la tarde. Un furgón benemérito lo recibió en pistas y, esposado, fue trasladado hasta la Comandancia palmesana, en la calle Manuel Azaña. En las dependencias policiales fue reseñado y dos horas y media después salió fuertemente vigilado en dirección a los juzgados de Vía Alemania, donde le esperaba su abogado, Jaime Campaner.

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Jovial y a rostro descubierto

En los juzgados la expectación mediática era máxima y todos pensaban que Bashkim descendería del furgón con el rostro tapado, pero el magnate albanokosovar lo hizo con la cara descubierta, sin la mascarilla anti COVID y con un aspecto espléndido, impropio de un acusado que se enfrenta a delitos tan graves como los que le imputan en España. Vestía con un jersey beige, unos vaqueros y unas deportivas New Balance y las manos por delante, con grilletes. A cada lado, un policía nacional y un guardia civil, para escenificar que la ‘operación Casino’, uno de los mayores golpes a la mafia internacional en Mallorca, fue conjunta.

El magnate, que posee una mansión en la exclusiva urbanización de Camp de Mar y que normalmente reside en la Isla gran parte del año, se acogió a su derecho a no declarar ante la jueza del caso, proclamó su inocencia y después se ordenó su ingreso en prisión. Fuentes penitenciarias explicaron que Bashkim ha quedado internado en el departamento de Ingresos, en cuarentena como precaución por el protocolo del coronavirus, y que después será trasladado a un pabellón normal. Solo si mantiene una actitud desafiante o hay peligro de que tenga apoyos entre otros presos se adoptarían medidas penitenciarias más drásticas contra él.

El apunte

Grandes medidas de seguridad de Policía y Guardia Civil en los juzgados

Desde la Comandancia y la Jefatura palmesana se diseñó un dispositivo especial para traer a Bashkim a Mallorca, en avión vía Zúrich, y después trasladarlo a los juzgados de Vía Alemania. Al tratarse de un acusado importante, que supuestamente dirige una de las organizaciones criminales más poderosas de Europa, se adoptaron todas las medidas de seguridad necesarias.