Uno de los acusados en el juicio celebrado en Palma. 

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Cinco muñecas hinchables, anillos vibradores, bolas chinas, dados eróticos, lubricantes y consoladores. Es el botín que se llevaron dos hermanastros y un menor tras romper el cristal de dos máquinas expendedoras en un bar de es Rafal Nou. Uno de los acusados se declaró culpable este jueves en el juicio y aceptó una condena de un año de cárcel.

El joven reconoció que sobre las 3.00 horas del 29 de marzo de 2018 acudió al establecimiento junto a su hermanastro y un menor y fracturaron las dos máquinas expendedoras que se encontraban en el exterior. «Nos llevamos todo lo que había en el interior. Yo rompí los cristales y mi hermanastro cogió cosas», dijo el acusado, que se encuentra en prisión. La fiscal tuvo en cuenta la atenuante de toxifrenia ya que cometió el robo por su grave adicción a las drogas.

Un policía nacional que se hizo cargo de la investigación explicó que las grabaciones de las cámaras de seguridad recogieron el robo. El menor fue detenido y confesó que había participado junto a los dos hermanastros. La fiscal pidió dos años de cárcel para el joven, que no se presentó ayer en el juicio, y que indemnice, junto a su hermanastro, a la propietaria del bar con 1.080 euros por el valor de los objetos sexuales sustraídos. El abogado del procesado que no compareció pidió su absolución por falta de pruebas. El juicio quedó visto para sentencia.