La tarde del 23 de noviembre de 2019, una mujer de 66 años, exprofesora de la Universitat de les Illes Balears (UIB), acudió junto a su prima y una amiga al domicilio de su madre y de su hermano, en la calle Josep Anselm Clavé de Palma, porque no respondían a sus llamadas. La mujer, según la versión de la Fiscalía, llamó insistentemente al timbre y aporreó la puerta de la casa, pero al no obtener respuesta decidió contratar a un cerrajero para que rompiera la cerradura. El trabajador comprobó que nadie abría ni respondía a las llamadas y procedió a taladrar la cerradura con un berbiquí. En ese momento, la madre de la exprofesora de la UIB, que tenía 90 años en aquellas fechas, y su hermano, desde dentro de la vivienda, preguntaron quién llamaba y abrieron la puerta.
A juicio por agredir a su madre en Palma tras llamar a un cerrajero para entrar en su casa
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Que una mujer allane la casa, tire el suelo a una anciana de 90 años (su madre) y le de patadas en la cabeza se puede saldar, en el peor de los casos en 2,5 años de cárcel, que serán menos de 2 y ni pisará cárcel y en 2000 cochinos euros. Así está la Ley y la justicia en España. Luego se escandalizan porque la "extrema derecha" crece.