El violento robo se produjo en la vivienda que hay encima de un conocido restaurante de la calle Can Perot.  | Michel's

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La Guardia Civil de Calvià investiga un asalto a punta de pistola cometido la madrugada del pasado día 10 en una casa del Port d’Andratx. Los ladrones se llevaron unos 2.500 euros tras amenazar a los moradores, que se encontraban durmiendo en el momento de los hechos y fueron amenazados por los dos ladrones. Según fuentes próximas al caso, los delincuentes accedieron a través de una ventana del baño después de escalar por la fachada y alcanzar el patio exterior del inmueble, que se encuentra encima de un conocido restaurante cerca de la primera línea del puerto. El suceso se remonta a las 2.30 horas del día 10. Un matrimonio que reside en la calle Can Perot del Port d’Andratx vio truncado su descanso al comprobar que tenían a dos ladrones en casa. Vestían chándal, llevaban parte del rostro cubierto    y accedieron a su habitación pistola en mano exigiéndoles, bajo amenaza, el dinero de la caja fuerte. Sabían que iban a encontrar efectivo en la casa, ya que los moradores son los propietarios del restaurante que hay debajo de donde residen.

Los delincuentes se salieron con la suya y se marcharon con unos 2.500 euros en efectivo y varias tarjetas de crédito. Las víctimas del robo accedieron en todo momento a las peticiones de los delincuentes y resultaron ilesos, a pesar de los momentos de tensión vividos durante unos interminables minutos. La pareja no pudo determinar si el arma que portaban los atracadores era simulada o real.

Tras la marcha a toda prisa de los sospechosos, los perjudicados avisaron a la Guardia Civil, que desplazó a varias patrullas al lugar, en el que también se personaron varios agentes de la Policía Local de Andratx. Funcionarios de la Benemérita llevaron a cabo la inspección ocular de la vivienda para tratar de hallar algún indicio que les lleve a los ladrones. No se descarta que los sospechosos llevaran algún tiempo haciendo un seguimiento del día a día del restaurante    y de sus propietarios, ya que tenían claro que habría una importante cantidad en efectivo en la casa en el momento del asalto, y también tenían controlado cómo acceder a la vivienda de la manera más sigilosa posible.