Carlos Caballero, jefe de la Policía Local de Inca, junto con los vigilantes de Kaizen Security. | Redacción Sucesos

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El Ajuntament de Palma ha solicitado de forma oficial a la delegación del Gobierno de Baleares autorización para poder contratar seguridad privada para vigilar polígonos industriales, parques públicos e incluso un playa. Cort pretende reforzar con esta medida la falta de policías. En un informe, al que ha tenido acceso Ultima Hora, el equipo de gobierno municipal recoge la petición formulada por Cort, que solicita «vigilancia de polígonos industriales de 22 a 06 horas, en Son Castelló, Can Valero y Son Morro». También se hace extensible la petición de contar «con vigilancia de cierre de los parques y jardines de 22 a 06 horas en Son Costa, Can Simonet, sa Riera, ses Fonts, ses Estacions, Krekovic, parque Wifi, Montesión (Son Dameto d’alt), Son Gibert (Camí Salard), Orson Wells (Son Gotleu), Son Parera (Ciutat Jardí), parque de las Suertes (Germans Escales) y Can Palou (Polígon de Llevant)». El informe, finalmente, también recoge la solicitud de cierre nocturno de 22 a 06 horas de la playa de Cala Major.

Fuentes próximas a las instituciones implicadas han confirmado que desde la delegación del Gobierno ven con buenos ojos la petición. De hecho, la Brigada de Seguridad Privada de la Policía Nacional emitirá un informe positivo para su puesta en funcionamiento. Sus funciones en todos estos casos serán de prevención, control y vigilancia. En caso de detectar alguna situación conflictiva avisarán a los cuerpos de seguridad de la ciudad (Policía Local de Palma y Cuerpo Nacional de Policía). La ley contempla que los vigilantes pueden realizar estas funciones siempre y cuando estén en recintos acotados y bajo la supervisión de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

El apunte

Virgilio Moreno, alcalde de Inca, pionero en aplicar esta medida

En 2020, el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, convirtió a la capital de es Raiguer en el primer municipio de España en contar con vigilantes para reforzar la seguridad de plazas y edificios. La medida fue todo un éxito y se consiguió erradicar el vandalismo. Ahora, José Hila quiere exportar este modelo a Palma.