Merlina Moreno llegando a los juzgados. | Teresa Ayuga

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A Merlinda Moreno le constan cuatro órdenes de alejamiento de iglesias de Mallorca. La mujer, que nació en Cuba hace 49 años, tiene atormentada a la comunidad católica. La Sección Segunda de la Audiencia de Palma ha ordenado en un auto su ingreso en prisión por sus constantes ataques a sacerdotes, aunque su localización y colaboración «es prácticamente imposible». El viernes pasado, a última hora de la tarde, aún no había entrado en la cárcel, según confirmaron fuentes penitenciarias. Merlinda tiene una «fijación enfermiza» con todo lo que envuelve a la Iglesia católica. Ha amenazado, coaccionado y golpeado a curas y feligreses en los últimos cinco años. Merlinda ha sido capaz de irrumpir en el Palacio Episcopal para insultar al obispo y justifica sus acciones explicando que actúa de esta manera para «poner orden» en los espacios sagrados. Su orden. Acumula cerca de una decena de detenciones y medio centenar de denuncias ante la Policía Nacional por agresiones, verbales y físicas, a religiosos en parroquias de Palma e incluso de la Part Forana.

Ordenan el ingreso en el área de Psiquiatría a la mujer que odia a los curas.
Merlina Moreno saliendo de los juzgados.

Merlinda llegó a Mallorca en 2015 y, según ha contado a los médicos forenses que la han explorado, vive sola con su perro. La mujer asegura que ha estudiado Ingeniería, es artista y ha residido en Madrid y Roma. Su obsesión por los asuntos religiosos se remonta a 2017, según explican a este diario fuentes del Bisbat de Mallorca. Por aquellas fechas empezó a insultar, hostigar y perseguir a sacerdotes en las iglesias. Interrumpía misas, rompía carteles informativos de los templos y profería amenazas a los que estuvieran en el interior. Nadie entendía los motivos de ese comportamiento impulsivo. Un médico forense le ha diagnosticado un trastorno delirante crónico. Merlinda habla de forma acelerada, tiene verborrea y rebate todos los argumentos que le exponen. Su discurso es un monólogo, estricto, y no presta atención a lo que le digan los demás. No razona.

Detenida una mujer por interrumpir una misa en Sant Jaume y agredir al sacristv°n.

Ha ingresado en el Servicio de Psiquiatría del hospital Son Espases en varias ocasiones, pero al recibir el alta vuelve a actuar. A atacar a curas. Su lenguaje, según los médicos, es «elaborado y culto». Merlinda, en sus numerosas entrevistas con los facultativos, se muestra reacia a facilitar ningún tipo de información personal y siempre niega cualquier actitud agresiva hacia los religiosos. «Hoy me han detenido de forma injustificada en una iglesia mientras admiraba una pintura», dijo tras ser arrestada. La mujer cree que existe un complot entre distintos sacerdotes y algunos órganos judiciales que pretenden inculparla de delitos que, dice, no ha cometido. A mediados de noviembre del año pasado se llevó el agua bendita de una iglesia de Palma. La Policía Nacional la detuvo por aquel entonces por golpear a dos sacerdotes, en las iglesias de Caputxins y Sant Sebastià, al grito de: «¡Sois hijos de demonios!».

Detenida por agredir a dos sacerdotes en las iglesias de Caputxins y Sant Sebastià.

Un forense determinó que no tiene capacidad para comprender el alcance de sus actos y que no sabe por qué la detienen o la investigan. No es consciente de que sus acciones son constitutivas de delitos continuados contra los sentimientos religiosos y amenazas. La Fiscalía ya le acusa en un proceso en el que le reclama una condena de dos años de cárcel. El objetivo de Merlinda Moreno, según una representante del Ministerio Público, está «perfectamente definido y claro»: personas integrantes de la comunidad cristiana.