Imagen de archivo de una patera. | Gori Vicens

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Un ciudadano argelino acusado de dirigir una patera de Argelia a Mallorca con 16 migrantes a bordo ha negado en el juicio que fuera el patrón de la embarcación y ha asegurado que pagó lo equivalente a unos 700 euros para subir a la barca y llegar a España. El encausado, que se enfrenta a una petición de cuatro años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, ha asegurado ante la sección primera de la Audiencia de Palma que no fue el encargado de la patera que desembarcó en la Cala del Mago (Calvià) hacia las 11.00 horas del pasado 14 de agosto.

La Audiencia acoge este jueves el primer juicio contra este joven, de 20 años, como uno de los presuntos responsables de la llegada de pateras al archipiélago el pasado verano, ya que formaría parte de una organización dedicada a organizar viajes a personas africanas para entrar irregularmente en España a cambio de unos 1.250 euros.

La patera, que cubrió la ruta entre Argelia y Mallorca en poco más de dos días, llevaba un solo motor y sobrepasaba el número de pasajeros adecuado para esta pequeña embarcación y, según la acusación, sin ninguna medida de seguridad en caso de naufragio, si bien el acusado ha señalado que llevaban chalecos salvavidas pero que se los quitaron debido al calor.

Asistido por una intérprete, el acusado ha rechazado ser el patrón de esta embarcación y ha insistido en que pagó para subirse a la nave. También ha defendido que cuando la patera llegó a Mallorca, un momento que fue grabado por varios bañistas, bajaron todos los migrantes menos él porque así se lo indicó el patrón. Según su versión, el que dice que era el responsable se bajó en la playa con los otros ocupantes, tres de ellos menores, y le ordenó que alejara la barca porque estaban en una "playa privada", y por ello la dirigió hasta la cala de la Bella Dona, donde posteriormente fue interceptado por la Guardia Civil.

"Mi idea era quedarme en España. Hubiera pagado por ello pero solo llevaba encima el dinero para pagar el viaje", ha reconocido. Un inspector y un agente de la Policía Nacional han manifestado que solo uno de los migrantes quiso declarar tras su detención, con la condición de que fuera considerado testigo protegido por miedo a las represalias. Este migrante identificó "claramente" al acusado como el responsable de dirigir la embarcación hasta alcanzar la costa mallorquina, y dijo que fue quien alejó la patera para que las autoridades no la encontraran y que se cambió de ropa para no ser reconocido, algo que el joven argelino ha negado durante su interrogatorio.

Una agente que tomó declaración ha reproducido la versión del testigo protegido: "Al llegar a Mallorca, perdieron un poco el control de la embarcación y otra persona cogió el timón, momento en que el patrón aprovechó para cambiarse de ropa ya que decía que era importante para no ser identificado por la Policía". Este migrante reconoció en dependencias policiales que durante la travesía de dos días desde Argelia tuvieron miedo debido al fuerte oleaje, que los ocupantes no tenían cobertura en alta mar y que no había medidas suficientes de seguridad en caso de producirse un naufragio.

En sus conclusiones, la Fiscalía ha solicitado que el procesado sea condenado al menos a cuatro años de cárcel porque ha considerado acreditado que fue el responsable de dirigir el desembarco y le acusa también de poner en riesgo a los ocupantes de la pequeña embarcación. El abogado de la defensa ha insistido en que tan solo un vídeo muestra a su cliente al timón de la nave, ya que cumplía órdenes del patrón, y ha sugerido que el testigo protegido es el responsable y que "le cargó el muerto" a su representado, por lo que ha pedido la absolución del encausado. En el turno de última palabra, el presunto autor de los hechos ha recordado que el resto de los ocupantes no han testificado contra él y ha culpado al testigo protegido de encabezar la travesía y el desembarco: "Pido justicia". El juicio ha quedado visto para sentencia.