El procesado, ayer, en una sala de lo Penal de Vía Alemania. | J.P.M.

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Un joven ha sido condenado a un año y medio de prisión y al pago de una multa de 900 euros tras admitir que en febrero de 2021 conducía un ciclomotor con una matrícula y un motor que habían sido robados y él había comprado a sabiendas de su origen. El procesado, de 23 años, se declaró autor de un delito de receptación y uno continuado de falsedad en documentos oficiales. El acusado no entrará en prisión tras el acuerdo alcanzado por su abogado, Miguel Ángel Villalonga, y la representante del Ministerio Fiscal para que la pena quedara suspendida por un plazo de dos años siempre y cuando no vuelva a cometer ningún delito en dicho periodo.

Los hechos juzgados este miércoles en Vía Alemania se remontan al día 5 febrero del pasado año. El procesado fue interceptado por la Guardia Civil a la altura del kilómetro 9 de la vía Ma-20 a los mandos de su motocicleta pero con una matrícula y un motor que habían sido denunciados como sustraídos semanas atrás. El joven los había comprado a personas que no fueron identificadas a sabiendas de que habían sido robados.

Inicialmente la Fiscalía solicita para el imputado una condena de tres años de prisión y una multa de 3.240 euros, que tras el acuerdo de conformidad previo a la celebración de la vista quedó fijada en un año y una sanción de 900 euros. Asimismo el acusado deberá devolver la matrícula y el motor a sus legítimos propietarios. La jueza dictó sentencia ‘in voce’ en el acto.