Mossèn Antoni Gómez, a la derecha, junto a tres colaboradores, en la Jefatura policial. | Alejandro Sepúlveda

TW
35

«Eres el Anticristo. Te voy a matar». Con estas palabras, Merlinda, la mujer que odia a los sacerdotes y que acababa de salir de la cárcel, arremetió con violencia contra Mossèn Antoni Gómez, rector de la parroquia de Sant Miquel de Palma. Se trata de una persona que lleva más de cuatro años atacando a curas y feligreses en iglesias católicas de Palma.

Tras sus últimas agresiones, la Fiscalía solicitó su ingreso en prisión. El juez de guardia accedió y la mujer estuvo unos días ingresada en el centro penitenciario de Palma. Hace unos días, la dejaron en libertad y nadie alertó a la Policía Nacional. Nada más salir de la cárcel, se dirigió a la iglesia de Sant Miquel donde, de forma cobarde y sorpresiva, golpeó en repetidas ocasiones al sacerdote por la espalda.

Merlinda, la agresora de sacerdotes, durante su última detención.

La sospechosa, es una cubana de 49 años, y la que acusan de romper las órdenes de alejamiento de los templos y de colarse en las misas y hostigar a los asistentes. La mujer ya acumula diez detenciones y más de 40 denuncias. En esta ocasión, en la iglesia de Sant Miquel, a pesar de que tiene una orden judicial que le impide acercarse a ese templo, comenzó a acosar a todos los presentes, profiriendo proclamas sin sentido y referencias al demonio. «Es una mujer que no está bien de la cabeza. Tiene odio a los curas y nos considera los anticristos. Por ese motivo quiere acabar con nosotros», comenta el párroco de Sant Miquel.

«En muchas ocasiones entra en el templo y se sienta en la silla del celebrante. Se pone a cantar o a rezar en un perfecto latín. Después se mete en la sacristía y comienza a colgar vestidos. Parece que está tranquila, pero en cuanto se encuentra de frente con un sacerdote se pone muy violenta y nos agrede», concluye Mossèn Antoni. La oleada de violencia de esta mujer está generando una psicosis en el Bisbat de Mallorca. Los sacerdotes tienen miedo, especialmente los más mayores, dado que esta violenta mujer tiene fijación con agredir a los octogenarios. El obispo de Mallorca, monseñor Sebastià Taltavull, se mostró muy preocupado por esta oleada de violencia y contactó con la Jefatura Superior de Policía para pedir protección. Este miçércoles el subjefe de la Policía Nacional, José Luis Santafé, representantes de la Iglesia y Fiscalía mantuvieron una reunión en la Jefatura policial para tratar de encontrar una solución a este conflicto.

El apunte

«Cualquier día matará a un cura y tendremos un problema»

Nervios en la Fiscalía. El Obispado pone el grito en el cielo ante la oleada de agresiones a sacerdotes y la supuesta pasividad de la Justicia. La Policía Nacional hace su trabajo, detiene a la autora y remite las diligencias al juez. Ayer, en la reunión se lanzó un mensaje: «Cualquier día matará a un cura y tendremos un problema».