El acusado, de 38 años, en el juicio en la Sección Primera de la Audiencia de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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La Audiencia de Palma ha condenado a siete años de cárcel a un hombre por violar a una menor en un piso abandonado del Passeig Marítim. El acusado, de 38 años y origen brasileño, aprovechó que la víctima se encontraba indispuesta tras beber cerveza y fumar marihuana. El agresor tendrá que indemnizar a la chica con 5.000 euros por los daños morales ocasionados. Los hechos ocurrieron sobre las 01.00 horas del 23 de septiembre de 2018, según considera acreditado la sentencia. La adolescente, de 17 años, se encontraba en el Parc de ses Estacions y entabló conversación con un grupo de jóvenes entre los que estaba el acusado y estuvieron bebiendo cerveza.

Una pareja se unió al grupo y a continuación se dirigieron en autobús al Passeig Marítim, donde siguieron tomando alcohol y fumando porros. El consumo de las sustancias provocó que la víctima se sintiera indispuesta y el procesado se ofreció a llevarla a un lugar en el que pudiera descansar. Los dos accedieron a un edificio abandonado y, una vez allí, el hombre tumbó a la menor en un colchón y le quitó la ropa.

La chica se encontraba completamente desorientada, sin fuerzas, y no pudo ofrecer resistencia al agresor, que le cogió la cabeza y le obligó a que le hiciera una felación. Ella insistía en que no quería mantener relaciones sexuales, pero el acusado la forzó. La víctima se quedó dormida tras la violación y, horas más tarde, el hombre aprovechó que seguía dormida para volver a agredirla sexualmente. El acusado acompañó a la chica hasta la parada del autobús para que regresara a su domicilio. No quiso contar nada a sus padres porque les había dicho que se quedaría a dormir en casa de una amiga. La menor acudió al hospital para que la examinaran y puso los hechos en conocimiento de la policía, que detuvo al agresor.

El sospechoso se negó a declarar en el juicio celebrado el pasado 13 de diciembre. El relato de la joven, sin embargo, fue estremecedor. Contó, entre sollozos y con las piernas temblando, que esa noche el cuerpo no le respondió. Sintió miedo de que el hombre no la dejara salir de la casa abandonada y le dijo que todo iba bien. «Tuvo que poner buena cara al procesado, como sucede en las películas, por miedo a que este le pudiera hacer algo», indica la sentencia.

El apunte

Hallaron restos del hombre en el organismo de la perjudicada

El médico forense que exploró a la víctima halló restos genéticos en su zona genital. «Es indudable que el hecho de haberse encontrado material genético del procesado en el organismo de la víctima evidencia la existencia de las relaciones sexuales referidas por la denunciante», señala el fallo de la Audiencia de Palma.