Una pancarta en recuerdo de la pequeña Naia en un chalé frente a La Salle.    | Jaume Morey

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Tres Navidades sin Naia. El juicio a prevención por la muerte de la niña del colegio La Salle de Palma finalizó este viernes sin acuerdo entre las acusaciones y las defensas. La encargada del comedor de alérgicos del colegio y la monitora están acusadas por un delito de homicidio por imprudencia grave y se enfrentan a dos años de cárcel cada una. El juicio se celebrará en mayo de 2022. Ninguna de las dos ha pedido disculpas a los padres de la pequeña por lo sucedido el 24 de mayo de 2019.   

La niña, de 4 años, tuvo una reacción alérgica tras tomar un sándwich de helado de nata que contenía proteína de leche de vaca, a la que era alérgica. Empezó a encontrarse mal y se desplomó. Los profesores dieron aviso a los servicios de emergencias y varias ambulancias acudieron al centro escolar a los pocos minutos. Naia sufrió un shock anafiláctico, entró en parada cardiorrespiratoria y los médicos del 061 intentaron estabilizarla durante más de una hora, pero no consiguieron salvarle la vida.

La encargada del comedor de los alérgicos y la monitora, según el escrito de los abogados de la acusación particular, Daniel Castro y Manuel Ponce, tenían conocimiento de que la pequeña era alérgica a la proteína de leche de vaca y de las graves consecuencias que suponía para su salud la ingesta de ese alimento. Naia iba a segundo de infantil y durante los dos años en los que fue al comedor «jamás» le dieron ningún helado o similar. La menor estaba sentada en una silla amarilla para los alérgicos y marcada con la frase: «Alérgico proteína de leche, ¡ojo!».