La Policía Nacional procedió a la detención del sospechoso, el viernes por la noche. | Redacción Sucesos

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Un hombre de 50 años de edad fue detenido en la tarde noche del viernes en la barriada palmesana de Son Oliva, después de que intentara violar a una mujer en plena calle.
Según las fuentes consultadas por este periódico, sobre las 19.30 horas una mujer se refugió en una tienda de alimentación en estado de gran nerviosismo, pidiendo ayuda. Dos chicos que estaban allí corrieron en su auxilio y tras calmarla la acompañaron hasta su casa, porque estaba aterrorizada.

La víctima contó que un individuo con el pelo rapado y que vestía con una camiseta de color naranja la empezó a seguir por la calle, y en un momento dado se le acercó y le pidió un cigarrillo. Ella, sin pararse porque el sujeto no le inspiraba confianza, le contestó que no fumaba y él siguió atosigándola. Le insistió en el asunto del pitillo y luego le comentó que la podía invitar «a un porro de cocaína», a lo que la mujer le dijo que no quería nada.

El desconocido, entonces, se puso muy violento y aprovechando que estaba en un tramo oscuro de la calle, la cogió por los brazos y la lanzó contra una pared, abalanzándose sobre ella. Mientras la tenía retenida, le espetó frases de carácter sexual y antes de que pudiera violarla, la víctima se zafó de él y empezó a correr desesperadamente, hasta que entró en el primer local que vio abierto y con gente.

Tras tener conocimiento de lo ocurrido, y gracias a la descripción física del sospechoso que dio la mujer, todas las patrullas disponibles del 091 dieron una batida por las calles de Son Oliva y finalmente localizaron al sospechoso, que no ofreció resistencia y fue detenido allí mismo, acusado de un delito de agresión sexual en grado de tentativa. El acusado fue trasladado a las dependencias policiales, en la calle Simó Ballester, y los agentes comprobaron si tenía antecedentes por delitos sexuales. El resultado de las pesquisas no ha trascendido. En las próximas horas será puesto a disposición judicial.
El hombre, tras ser detenido, aseguró que no sabía nada de la agresión y que estaba «de cañas».