Imagen del lugar del accidente. | R.S.

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Javier, Edson y Jesús, son los tres jóvenes fallecidos en el trágico accidente registrado a primera hora de este domingo en la MA-12, la carretera que une los municipios de Artà y Can Picafort. El siniestro tuvo lugar a la altura del kilómetro 15,7, en el término municipal de Santa Margalida. A primera hora de este domingo, la tragedia salpicaba de lleno a Capdepera y Artà, municipios de donde eran vecinos los fallecidos. Javier y Edson, de 22 años, vivían en Capdepera y Cala Rajada respectivamente, mientras que Jesús, de 25 años, residía en Artà.

La noticia de la muerte de los chicos corrió como la pólvora en ambas localidades y fueron muchos los jóvenes, compañeros y amigos de los muertos, que mostraron su dolor a través de las diferentes redes sociales. «En Capdepera estamos totalmente desolados. Cuando la delegada del Gobierno, Aina Calvo, me ha llamado esta mañana para darme la noticia de que dos de las víctimas mortales eran de aquí se me ha caído el mundo encima. Es muy duro perder a un ser querido, pero mucho más cuando hablamos de gente tan joven y de familias muy queridas en el pueblo», comenta Rafel Fernández, alcalde del municipio.

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El siniestro, según fuentes oficiales, se produjo en torno a las ocho de la mañana de este domingo en un tramo curvo. Las primeras hipótesis de la investigación, a cargo de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, se produjo por una salida de vía casual sin que ningún otro vehículo se viera implicado. A falta de confirmación oficial, todo apunta a que Javier, de 22 años, era la persona que conducía el coche en el momento del accidente. Se trata de un Seat Ibiza que no llegó a tomar la curva e hizo un ‘recto’ a gran velocidad. El coche impactó frontalmente contra un guardarraíl de protección de la carretera, cayendo por un terraplén de un desnivel considerable para acabar colisionando contra un árbol. El impacto fue de tal magnitud que el turismo quedó reducido a un amasijo de metales. De hecho, el motor del Seat Ibiza salió despedido y apareció a unos metros de la carrocería. A partir de ese instante, fueron los bomberos quienes tuvieron que proceder a la extracción de los cuerpos del interior del habitáculo dado que él mismo había quedado reducido a un amasijo de metales. A media mañana, la autoridad judicial autorizó el levantamiento de los cadáveres y los cuerpos sin vida de los chicos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Palma donde en las próximas horas está previsto que se les practicará la autopsia.

Por su parte, la Policía Local de Santa Margalida y la Guardia Civil cortaron el tráfico de la carretera que permaneció cerrada durante un par de horas hasta que los equipos de emergencia finalizaron su trabajo. Un camión grúa retiró el vehículo accidentado y personal del departamento de Carreteres del Consell de Mallorca limpiaron la vía. En la cuneta, horas más tarde, aún podían apreciarse restos de cristales y trozos del vehículo accidentado. Tras finalizar el atestado policial, la Guardia Civil procedió a realizar la apertura de la vía.