El hombre, en la Audiencia de Palma.  | Alejandro Sepúlveda

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Un hombre aceptó ayer una condena de dos años de cárcel por quemar contenedores en Palma. El acusado, que sufre un trastorno mental, se declaró culpable en la Audiencia de un delito de incendio de menor entidad. El tribunal tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de reparación del daño después de que el procesado haya indemnizado al Ayuntamiento con 280 euros por el coste de la actuación de los bomberos. Ahora tendrá que pagar a Emaya 195 euros por los depósitos dañados.

Los hechos ocurrieron sobre las 21.15 horas del 9 de julio de 2020. El hombre, español de 66 años, prendió fuego a una serie de contenedores de Emaya situados en Son Malferit. El incendio se propagó a un solar con una superficie de 4.686 metros cuadrados poblado con arbustos y rastrojos que fueron alcanzados por las llamas. Junto al solar hay varios edificios de viviendas y una nave donde la Conselleria de Salud almacena material de protección sanitaria. El lugar del incendio se encuentra cerca de la vía de cintura donde, si hubiera llegado el humo, podría haber comprometido la seguridad del tráfico.
La proximidad del incendio a un parque de bomberos facilitó la actuación de los equipos de extinción, que sofocaron pronto las llamas.

El propietario del solar ha renunciado a la indemnización que le pudiera corresponder. Los contenedores quedaron ennegrecidos a consecuencia del humo. La intervención de los bomberos tuvo un coste de 280 euros. El fiscal reclamaba una condena de 10 años de cárcel, pero ayer rebajó su petición a dos años tras llegar a un acuerdo con el abogado defensor del hombre y el letrado de la acusación particular.

El tribunal acordó la suspensión de la pena de prisión del investigado, que se encuentra preso desde que ocurrieron los hechos, con la condición de que abone la responsabilidad civil de 195 euros a Emaya.