El Airbus 319 de la compañía Volotea en el aeropuerto coruñés de Alvedro después de aterrizar por una amenaza de bomba a bordo. | Efe

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Una amenaza de bomba en el vuelo V7 3538 que cubría la ruta de Bilbao (BIO) a A Acoruña (LCG) ha obligado al aterrizaje de emergencia de un Airbus 319 operado por la compañía Volotea en el aeropuerto de Alvedro. Un total de 105 pasajeros y seis miembros de la tripulación han desembarcado con normalidad mientras se activaban los protocolos de actuación. El avión ha aterrizado a las 07:25 horas de la mañana en medio de un gran revuelo por el despliegue de efectivos de los servicios de emergencias.

Tanto Guardia Civil como policía autonómica y local, miembros del 061, bomberos y protección civil han reaccionado rápidamente. El movimiento del personal de emergencias ha sorprendido a los usuarios del aeropuerto, aunque la actividad no se ha visto alterada. Según ha informado Aena en su cuenta de Twitter, se «ha activado su plan de emergencia por amenaza en el vuelo Bilbao-A Coruña operado por la compañía aérea Volotea». Sobre los pasajeros, avisa que «han desembarcado» mientras «el avión permanece en un estacionamiento alejado».

Por su parte, la compañía aérea Volotea ha avisado por redes sociales que en el avión viajaban «105 personas a bordo y 6 miembros de la tripulación». Todos ellos «han desembarcado con normalidad en el aeropuerto de A Coruña (LCG), siguiendo con el protocolo de emergencia». Además, han informado que «todos los pasajeros se encuentran en perfecto estado». Los servicios de emergencias han procedido a revisar las pertenencias de los pasajeros, mientras se ha movilizado especialistas del Colegio Oficial de Psicología de Galicia.

Tras desplazarse a Alvedro, agentes de la Guardia Civil procedieron a revisar la cabina, el pasaje y la bodega del avión. En concreto, se aisló el Airbus 319 operado por la compañía aérea Volotea, trasladando a los pasajeros y la tripulación a una sala aislada del aeropuerto sin su equipaje de cabina para el control de los mismos. Finalmente, la Benemérita dio por finalizada la incidencia al constatarse que era una falsa alarma una vez concluida la revisión del avión y las pertenencias de los pasajeros.