Expectación. Los cuatro detenidos llegaron ayer por la mañana a los juzgados de Inca, en medio de una gran expectación mediática. Estaban tranquilos y cuando la jueza les comunicó su ingreso en prisión reaccionaron con alegría: no les expulsaban de España. | ALEX SEPULVEDA

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La fuga duró doce días. La Policía Nacional y la Guardia Civil, en una operación conjunta, detuvieron en la noche del martes a cuatro pasajeros marroquíes huidos del avión que aterrizó en el aeropuerto de Son Sant Joan el pasado 5 de noviembre. El operativo sigue abierto porque todavía quedan nueve fugitivos, algunos de los cuales han llegado ya a la Península. Plaza Major de sa Pobla, poco después de las ocho de la tarde. Ayoub D., Hamza E.A., Ali M. y Youssef E., de 20, 23, 24 y 31 años de edad, llevan desde el sábado día 6 en aquella localidad, a donde llegaron en tren desde Palma. Tratan de pasar desapercibidos y han sido acogidos por otros compatriotas, en un piso junto a la plaza. No está claro si los moradores sabían que eran parte del grupo que se fugó de un avión o si pensaban que se trataba de otros inmigrantes ilegales, pero la policía se inclina a pensar que los acogieron por altruismo. De hecho, descartan que exista en aquel pueblo una célula de apoyo a los fugados.

Vida muy discreta

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Durante días, parece ser que el grupo de acogidos apenas salió a la calle, porque sabían que la Guardia Civil y la Policía Nacional les seguían la pista de cerca, y que su detención podía ser cuestión de días. Como sucedió. El martes por la tarde, la UCRIF (Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales) y el Grupo de Información de la Benemérita, apoyada por otras unidades, recibieron el soplo definitivo: los cuatro marroquíes estaban en la plaza Major. Uno de ellos fue arrestado cuando salía de un bar, donde había estado consumiendo, otro mientras bajaba de la casa a la calle y los otros dos en los alrededores.

Los agentes actuaron con la mayor rapidez posible, para que no hubiera posibilidad de que otros magrebíes acudieron en su ayuda. La extracción se llevó a cabo sin sobresaltos y ayer por la mañana los acusados fueron puestos a disposición judicial en Inca. Una decisión que causó extrañeza porque los otros doce detenidos declararon en Palma. Se negaron a dar su versión de los hechos y la magistrada ordenó su ingreso en prisión por delitos de sedición. Ellos se lo tomaron con alegría e incluso lo celebraron.

El apunte

Pedían ropa prestada porque no tenían

A pesar de que al principio los cuatro magrebíes no salían apenas del piso de sa Pobla, con el paso de los días se fueron agobiando y empezaron a hacer más vida social, si bien esa circunstancia los hacía más vulnerables. También se quejaban de que no tenían ropas y pedían prestada, para poder cambiarse. Cuando se embarcaron en Casablanca muchos lo hicieron sin equipaje, porque sabían que huirían en España.