Bartolomé B., ayer, en el juicio una sala del Juzgado de lo Penal número 5 de Palma. | Guillermo Esteban

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Un agente de la Policía Local de Palma sorprendió a dos ladrones en el interior de la iglesia Adventista del Séptimo Día, en es Rafal Vell, una madrugada de septiembre en 2020. «Eran unos toxicómanos que estaban hechos polvo, no eran precisamente atletas», recordó ayer el policía en el juicio celebrado en Palma. Uno de ellos salió de una habitación empuñando un destornillador y le tuvieron que reducir. El otro se encontraba en una estancia de la iglesia escondido entre dos sillas. Uno de los acusados, Bartolomé B., de 50 años, se declaró culpable de un delito de robo con fuerza en grado de tentativa y aceptó una pena de cuatro meses de cárcel. La fiscal tuvo en cuenta la eximente incompleta de drogadicción.

Currículum

El hombre, que acumula en su historial 45 condenas por delitos similares, de las cuales 42 son firmes, solo respondió a las preguntas de su abogado y reconoció el intento de robo. El otro encausado, que se enfrenta a una petición fiscal de 11 meses de prisión, no compareció en el juicio por estos hechos que se remontan a las 3.45 horas del 6 de septiembre del año pasado.

El responsable de la iglesia Adventista del Séptimo Día, situada en el número 8 de la calle Heura de Palma, declaró a través de un biombo para no ver a Bartolomé B. y dijo que había renunciado a la indemnización que pudiera corresponderle por los daños en la verja y en la puerta. Uno de los policías que llevó a cabo la detención de los dos delincuentes explicó que los vecinos les avisaron tras escuchar unos ruidos en las barreras de la iglesia. Los dos agentes que se desplazaron hasta el lugar detuvieron a ambos de inmediato.
Los encausados, según la versión de la Fiscalía, rompieron la verja metálica y la puerta principal del establecimiento para acceder al interior. Un vecino llamó a la policía y los agentes sorprendieron dentro del local a los dos hombres, que no consiguieron llevarse nada. La abogada defensora del procesado que no acudió al juicio en el Juzgado de lo Penal número 5 de Palma pidió la absolución de su cliente. La letrada manifestó que no quedó demostrada la participación del hombre en el intento de robo. Sólo uno se declaró culpable. Pecador en grado de tentativa.