Agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos, al frente del caso. | @ORBITSS11

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Una mujer ha acudido a la Jefatura Superior de Policía denunciando que había extraviado su tarjeta de crédito y que estaba recibiendo cargos bancarios procedentes de un bar cuyo importe superaba los 3.200 euros. Tras una exhaustiva investigación policial, los agentes descubrieron que la tarjeta había sido sustraída a su propietaria y que tras las consumiciones de bar podría esconderse servicios de sexo. Es decir, que la cuenta receptora del dinero era un conocido prostíbulo de Palma.

Agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional han detenido a un francés, de 51 años, como presunto autor de un delito de estafa. Los hechos se remontan a finales del mes de octubre, cuando una mujer interpuso una denuncia. En la misma, exponía que le habían llegado cargos fraudulentos así como una extracción en un cajero automático. El desglose era de 3.200 euros gastados en un bar y 600 euros de reintegro de un cajero automático de la capital balear.

Tras realizar numerosas gestiones, los investigadores del caso descubrieron que el presunto autor de la estafa era un amigo personal de la víctima. El ladrón, había conseguido la tarjeta de crédito y el número PIN sin que la legítima propietaria de la misma tuviera conocimiento. A partir de ese instante, el francés no dudó en acudir al conocido prostíbulo y disfrutar de los servicios que allí se prestan por un importe de 3.200 euros. Tras localizar al autor se procedió a su detención por un delito de estafa. La mujer consiguió recuperar algunos cargos gracias al seguro bancario, pero otros, tendrán que ser reclamados vía judicial al demandando. Los policías descubrieron que era un club de alterne cuando acudieron al lugar a solicitar un extracto.