Agentes de la Policía Nacional, con el cabecilla de la trama. | Pere Bota

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La Policía Nacional atribuye más de 200 robos, algunos de ellos con violencia, a la banda de okupas desarticulada en Palma. En esta última fase de la investigación se detuvieron a ocho detenidos en el marco de la ‘operación Alssariq’.

Los agentes dan por desarticulado un grupo que presuntamente se dedicaba a traer migrantes a Palma para luego delinquir y que residían en pisos okupas. Los delincuentes aprovechaban los edificios ocupados y los convertían en sus pisos franco. Desde allí, planificaban sus golpes y guardaban el género sustraído. Entre los detenidos se encuentra un hombre, de nacionalidad argelina, de unos 40 años, acusado de ser el cabecilla de la organización criminal acusada de cometer numerosos robos en locales y viviendas de la capital balear.

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La operación policial fue dirigida por agentes de la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales) de la Policía Nacional y el Grupo de Investigación Centro, en colaboración con la Policía Local de Palma. El piso franco estaba en el edificio okupa en la calle Pere d’Alcantara Penya esquina con Lluís Martí, a escasos metros de la calle Manacor.

Todos los detenidos habían llegado en patera y también localizaron a menas fugados. La investigación, que sigue abierta, tiene vinculación directa con la ‘casa del terror’ que, al ser precintada, motivó que este grupo se trasladase a este nuevo edificio. Se realizaron otros registros en las calles Joan Bauzà y Joan Mestre.