Imagen de la redada en Son Gotleu. | Alejandro Sepúlveda

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Que las mafias africanas, especialmente las nigerianas, llevan años con el control absoluto de la distribución y venta de droga en la barriada de Son Gotleu y La Soledad Nord es un secreto a voces. Los vecinos de la zona, la comunidad educativa y los comerciantes de la barriada venían denunciando desde hace meses la impunidad con la que operaban estas mafias.

A media tarde de este miércoles, algo más de una treintena de agentes de la Policía Nacional irrumpieron en la zona accediendo de forma simultánea en las calles pico Cebollera, Teide, Veleta, Indalecio Prieto, Santa Florentina, plaza Fra Joan Alçina y Tomás Rullán entre otras. El operativo, dirigido por el Grupo II de Estupefacientes contó con la colaboración de diferentes unidades de la Brigada de Seguridad Ciudadana y la Policía Local de Palma.

Durante el operativo policial se practicaron cinco registros y se detuvieron, al cierre de esta edición, al menos a una decena de personas, todas ellas africanas.

La organización criminal se dedicaba específicamente a trabajar con la heroína. Su forma de venta era directa y en plena calle. Los pequeños ‘camellos’ sin ningún reparo se dedicaban a ofertar su producto. Una vez que la venta ya estaba establecida, acudían a las alcantarillas o los bajos de los vehículos estacionados donde tenían la droga escondida. Durante el operativo se han incautado una gran cantidad de heroína, marihuana, hachís y otras sustancias que están siendo analizadas. La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones en las próximas horas.

Punto de vista

Las mafias nigerianas arrebatan el poder a los clanes gitanos de la venta de droga

La mayor batalla campal en la barriada se vivió a finales de agosto de 2011. Más de 2.000 personas se lanzaron a las calles y cerca de un centenar de ellas se enfrentaron a la policía. 50 coches destrozados, contenedores quemados y lluvia de ladrillos y cristales se sucedieron durante horas. En aquella ocasión, todo se inició por la muerte de un súbdito africano en extrañas circunstancias. Con el paso del tiempo se descubrió que aquel enfrentamiento tuvo su origen por el control de la venta de droga en la barriada palmesana. Años después, las mafias nigerianas consiguieron arrebatar el poder a los clanes gitanos apoderándose del control de la cocaína y heroína.