El imputado, en una sala de lo Penal de Vía Alemania. | Juan P. Martínez

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Un joven reconoció este martes en un juzgado de lo Penal de Palma que pidió a dos niños, de 13 y 14 años, fotos y vídeos desnudos, así como masturbándose, a cambio de códigos para disfrutar de manera gratuita de videojuegos de la Play Station.

El imputado, de 22 años, se declaró culpable de un delito de corrupción de menores y aceptó una pena de dos años de prisión. Antes de la vista consignó 2.000 euros en favor de los perjudicados

El procesado, que reside en la capital balear, conoció a las dos víctimas, de 13 y 14 años, a través de Instagram en agosto de 2018. Los dos menores vivían en Sevilla.

Con el tiempo y con muchas conversaciones de por medio se ganó la confianza de ambos. Tras esto empezaron a hablar por Whatsapp.

En una de esas charlas, el imputado ofreció a los dos menores códigos para poder jugar de manera gratuita a videojuegos de la Play Station 4 si ellos le enviaban fotos y vídeos desnudos, así como masturbándose. Los dos chicos, que eran familia, accedieron.

Durante el proceso de la investigación, a cargo de agentes de la Guardia Civil, uno de los menores aportó como prueba los mensajes donde el procesado le hacía comentarios sobre un vídeo que acababa de recibir, mostrándole su disconformidad porque no era lo que esperaba. Inicialmente, la Fiscalía solicitaba para el acusado cuatro años de prisión por dos delitos de corrupción de menores.

Antes de la vista, su abogado, Martí Ciucio, alcanzó un acuerdo con la representante del ministerio público y la condena quedó fijada en dos años de cárcel y una indemnización de 1.000 euros a cada uno de los chicos, cantidad que aportó en el juzgado antes de que se celebrara el juicio.

Atenuantes

La fiscal apreció, además del atenuante de reparación del daño, el de dilaciones indebidas, ya que el procedimiento estuvo parado en Instrucción por causas ajenas al imputado.

El joven no entrará en la cárcel si no vuelve a cometer un delito en los próximos tres años. La jueza de lo Penal número 3 dictó sentencia in voce.