La detenida fue interceptada cerca de una farmacia de Eusebio Estada. | Ultima Hora

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«O me recetas varias cajas de Diazepam o te clavo el boli en el cuello y te mato». Una paciente del centro de salud de Arquitecte Bennàzar no dudó en amenazar de muerte y agredir a una doctora hasta conseguir que la facultativa le expidiera dos cajas del medicamento que le exigía para evitar que le siguiera pegando.

Los hechos tuvieron lugar, a las 16.30 horas del pasado martes, en el interior de una de las consultas del centro de salud. Nada más producirse los hechos, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía se personó en el lugar para auxiliar a la doctora y recabar toda la información necesaria.

Según fuentes próximas al caso, todo sucedió cuando una paciente muy conflictiva y con gran adicción a los medicamentos entró en la consulta. En ese momento, la paciente -española de 56 años de edad- solicitó a la médica que le recetara dos cajas de Diazepam. La profesional sanitaria comprobó en la base de datos que la paciente había retirado, recientemente, la medicación prescrita y le dijo que no podía cursar su petición.

En ese instante, la mujer cogió un boli que había en la mesa, se abalanzó sobre la facultativa cogiéndole de los pelos y golpeándola contra la pared. Al mismo tiempo, la arrinconó y le puso el bolígrafo en el cuello a la vez que la amenazaba de muerte. Para evitar que la ahora detenida continuara con la agresión, la doctora aceptó y le hizo las recetas. Acto seguido, la paciente abandonó el centro apresuradamente.

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La Policía Nacional acudió de inmediato al domicilio de la acusada, pero ésta no estaba allí. Varias patrullas comenzaron a realizar batidas por la zona, especialmente, acudieron a las farmacias de la zona. Cerca de la calle Eusebio Estada, una patrulla localizó a la sospechosa y durante el cacheo superficial se le incautaron las dos cajas de Diazepam que había adquirido.

La mujer ha sido detenida por un presunto delito de lesiones graves y atentado contra agentes de la autoridad.

En su comunicado, la Conselleria de Salud expresa su repulsa ante «cualquier agresión, verbal o física, a los profesionales del sistema sanitario público» y señala que se ha activado «el protocolo previsto en estos casos para ofrecer asistencia sanitaria y apoyo jurídico y psicológico a la profesional afectada».

«Desde la reforma del Código Penal (marzo de 2015), el personal del sistema sanitario público tiene la consideración de autoridad pública y prevé una pena de hasta cuatro años de prisión para el agresor. El Servicio de Salud exigirá el máximo rigor en la aplicación de la ley», indica el departamento que dirige Patricia Gómez.