El hombre fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. | Pere Bota

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El juzgado de guardia ha ordenado la puesta en libertad de un conocido pervertido sexual que cuenta con múltiples antecedentes policiales por hechos similares. Se trata de un peligroso delincuente que se dedica a perseguir y manosear a chicas adolescentes e incluso niñas, les toca los pechos y las persigue mientras se masturba delante de las menores.

Agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado sábado a un español, de 46 años de edad, como presunto autor de un delito de coacciones y abuso sexual.

Los hechos denunciados se produjeron a última hora de la tarde en el barrio del Coll d’en Rabassa, momento en el que la sala del 091 recibió llamada de un hombre, manifestando que tenía retenido a un hombre, el cual le había realizado tocamientos a su hija menor de edad. Una vez en el lugar, los funcionarios policiales pudieron observar a un varón, el cual tenía los pantalones desabrochados y la ropa interior bajada.

Según el relato de las víctimas, el sospechoso se dedicó a perseguir a las chicas y abusar de ellas. Los allí presentes manifestaron que las adolescentes estaban en la zona junto con unos amigos cuando se cruzaron de frente con un hombre que se abalanzó sobre una de las chicas tocándole los pechos. Los menores siguieron andando apresuradamente, percatándose de que el varón les seguía a la vez que tenía su mano dentro del pantalón y se realizaba tocamientos en sus partes íntimas.

Lo más llamativo del caso es que el ahora detenido ya se había personado en el domicilio de la víctima hace unas semanas tocando a su domicilio insistentemente. Los agentes detuvieron al sospechoso como presunto autor de un delito de abuso sexual y coacciones. La investigación sigue abierta y no se descarta que haya más víctimas. Se da la circunstancia de que, recientemente, el varón ya fue detenido como presunto autor por hechos de similares características. En esa ocasión, persiguió a una menor hasta su domicilio en la barriada de Can Pastilla y comenzó a tocar de forma insistente en la puerta de la vivienda.

Las menores tienen miedo de salir a la calle y cuando lo hacen tiene que ser acompañadas de sus padres o de algún adulto dado que el pervertido fue puesto en libertad y no pesa ninguna medida cautelar sobre el mismo. En el Coll d'en Rabassa la preocupación es máxima y los vecinos solicitan a los jueces y policía protección para sus hijos e hijas menores.