Los acusados pasaron este martes a disposición judicial.  | Alejandro Sepúlveda

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Dos turistas italianos de 18 y 19 años de edad, que pasaban unos días de vacaciones en Mallorca, fueron detenidos el lunes por la Guardia Civil acusados de una violación brutal a una chica española que se alojaba en su mismo hotel de Palmanova. Ayer tarde, los dos sospechosos prestaron declaración en el juzgado de guardia y quedaron en libertad con cargos y con una fianza de 3.000 euros cada uno.

Tal y como adelantó en primicia la web de Ultima Hora, los hechos ocurrieron en la noche del domingo al lunes, cuando dos turistas españolas de 18 años salieron de copas por Magaluf.

Fue entonces cuando conocieron a dos turistas italianos que comenzaron a hablar con ellas. Les contaron que estaban de veraneo en Palmanova y resultó que los cuatro se alojaban en el mismo hotel, ubicado en la calle París, en ese núcleo turístico.

El grupo siguió la noche de fiesta y sobre las dos de la madrugada decidieron regresar al establecimiento hotelero. Una de las amigas se quedó hablando con uno de los acusados en el rellano de la habitación de aquél y en un momento dado se besaron, aunque la joven le dijo que prefería irse a su cuarto, para dormir. El extranjero, llegado ese punto, se puso violento y la obligó a entrar en la habitación, donde estaba su otro amigo. Los dos se abalanzaron sobre ella y supuestamente la manosearon en sus partes íntimas, penetrándola a continuación y sometiéndola a todo tipo de depravaciones, según consta en la denuncia. En cuanto la víctima pudo salir le contó lo sucedido a su amiga, en un estado de gran nerviosismo, y después interpuso una denuncia en el cuartel de Son Bugadelles.

Con los datos que facilitó de los dos italianos la   Guardia Civil pudo identificarlos y procedieó a su detención. Los dos jóvenes negaron que hubieran violado a la chica y uno de ellos explicó que solo se había besado con ella, pero que no pasó nada más. Los dos acusados pasaron la noche en los calabozos y ayer por la tarde pasaron a disposición judicial, uno de ellos representado por el abogado Pedro Cerdá.

La magistrada les tomó declaración y después ordenó su puesta en libertad con medidas cautelares.

La prueba del ADN puede ser clave en el caso

Los investigadores de la Guardia Civil intentaron recabar datos de ADN de los protagonistas, para cruzarlos. Uno de ellos solo reconoce un beso y el otro sostiene que no tuvo ningún tipo de relación con la denunciante española. Los agentes están revisando las cámaras de seguridad del establecimiento hotelero y también han tomado declaración a la amiga de la víctima.