El procesado en un juzgado de lo Penal de Palma.    | Redacción Sucesos

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Era el ‘mulero’ informático. Tenía que poner a disposición de la organización cuentas corrientes a su nombre para, después de engañar a las víctimas a través de ‘phising’, ingresar el dinero estafado en un lugar seguro para los ciberdelincuentes. A cambio se llevó una pequeña comisión.

El acusado, un joven marroquí, admitió los hechos ante la jueza y aceptó un año y nueve meses de cárcel como autor de un delito continuado de estafa informática. Asimismo deberá abonar los 13.700 euros defraudados a un cliente del BBVA. La estafa se llevó a cabo el 24 de octubre y el 7 de noviembre de 2019. El acusado retiró de una cuenta corriente 13.700 euros y realizó varias transferencias hasta dejarla con un saldo de 0,60 euros.

En la segunda ocasión, en otra entidad, lo intentó con 9.000 euros, pero los empleados del banco consiguieron avisar al titular de la cuenta y pudieron abortar la operación fraudulenta. El imputado deberá devolver los 13.700 euros al BBVA a razón de 200 euros al mes. No entrará en la cárcel con la condición de no delinquir en cinco años y realizar cinco meses de trabajos comunitarios.