La Audiencia ha condenado al promotor y al banquero. | Redacción Sucesos

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La Audiencia de Palma ha condenado a un promotor a tres años y medio de cárcel y a un banquero a dos años por estafar casi medio millón de euros a una mujer de avanzada edad en Felanitx.

La víctima, que fue representada por el abogado Juan Martorell, es la madrina del hermano del promotor, que iba a visitarla cada domingo. Los acusados, españoles de 49 y 61 años, deberán indemnizar a la perjudicada con 474.810 euros por el valor de los dos inmuebles que hipotecó.

Los hechos se remontan a 2008. El promotor conocía al director de banco de Portals Nous porque acudía a él cada vez que necesitaba financiación para sus empresas o para sus deudas. En ese año, según la sentencia, la situación financiara de las sociedades del promotor era muy deficitaria. Ante esa necesidad de liquidez, el banquero comentó al otro acusado que tenía que buscar un inmueble libre de cargas para realizar un préstamos hipotecario y obtener la liquidez que necesitaba. Los dos se pusieron de acuerdo y orquestaron una serie de operaciones.

El promotor, que sabía que la anciana era viuda y que su único hijo había fallecido, le dijo que necesitaba dinero para seguir con unas obras en las que trabajaría su hermano, es decir, su ahijado.

La mujer le comentó que no tenía dinero, por lo que el acusado le propuso que hipotecara uno de sus inmuebles de Portocolom y la convenció. El 30 de mayo de 2008, en una notaría de Felanitx, la perjudicada constituyó una hipoteca sobre la casa garantizando el préstamo de 187.000 euros. La víctima desconocía que el prestatario fuera una sociedad del promotor.

Aprovechando de nuevo la relación familiar que unía al promotor con la anciana, el hombre volvió a pedirle dinero. La mujer permutaría un terreno de Felanitx para construir unos pisos y, a cambio, obtendría una planta baja.

En mayo firmó un segundo préstamo de 110.000 euros. «Los acusados vistieron la operación fraudulenta para que la víctima accediera a hipotecar sus inmuebles», indica el fallo.