Imagen del excombatiente tratando de lanzar a los policías por el balcón.

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Dos agentes de la Policía Local de Santa Margalida lograron evitar que un turista de nacionalidad francesa pero original de la República del Congo se quitarla la vida voluntariamente saltando por el balcón de un hotel en Can Picafort. En su intento de conseguir su objetivo, estuvo a punto de quitar la vida a dos policías que corrieron en su auxilio.

Los hechos se produjeron a las 21.30 horas del viernes en el hotel Gran Playa, ubicado en el Paseo Colón. Varias llamadas alertaron a los equipos de emergencia de la presencia de un hombre -africano- en el balcón de la habitación 405 que pretendía saltar al vacío. Rápidamente, una patrulla de la Policía Local de Santa Margalida se personó en el lugar percatándose de que había un hombre, en la cuarta planta, que estaba colgando de la barandilla.

Los funcionarios policiales tocaron a la puerta y la mujer del suicida les abrió. La pareja realtó que unas horas antes su mario había recibido la noticia de que su padre se estaba muriendo. Acto seguido, bajó al bar de la piscina y se tomó una gran cantidad de alcohol. Su esposa también contó a la policía que su pareja cuando consume alcohol se vuelve muy agresivo y violento.

En un principio, la fuerza actuante consiguió tranquilizar al varón y dialogar con él en el sofá de la habitación. Mientras esperaban la llegada de la ambulancia, de forma sorpresiva, salió corriendo de nuevo para el balcón con intención de tirarse. El africano, de gran envergadura física y extremadamente fuerte, comenzó a agredir a los policías tratando de tirarlos por el balcón para acabar con sus vidas.

Un vídeo grabó algunos de los momentos más tensos que se vivieron y el forcejeo en el balcón de la habitación. Con suma rapidez, uno de los cocineros y un camarero del hotel corrieron para auxiliar a los policías. Durante más de 15 minutos estuvieron forcejeando, pero la fuerza del africano era descomunal y no podían con él. Solo pudieron reducirle cuando llegaron dos policías más y, entre seis, lo inmovilizaron.

Una ambulancia se lo llevó al hospital de Inca donde permanece ingresado en el área de psiquiatría. El paciente es un excombatiente de la República del Cóngo, conflicto se inició en 1998 y terminó formalmente en 2003, cuando asumió el poder un gobierno de transición bajo los términos del Acuerdo de Pretoria. De hecho, este hombre fue torturado y tenía varios dedos de los pies y manos amputados.

La actuación de la Policía Local de Santa Margalida y la colaboración del personal del hotel resultó vital para poder salvar la vida de este turista.