Varios sacos de algarrobas que fueron intervenidos por los agentes.

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La fiebre por el oro negro no pasa de moda. La Policía Local de Algaida investiga a cuatro hombres tras intervenirles más de 400 kilos de algarrobas en una furgoneta. Los sospechosos están acusados por un delito de hurto.

El propietario de una finca de la localidad alertó, este miércoles a primera hora de la mañana, al 112 de que había dos individuos cogiendo algarrobas en su campo. El hombre estaba escondido en el interior de una caseta por miedo a que le hicieran algo. Los equipos de emergencias activaron a la Policía Local y los agentes se desplazaron de inmediato hasta el lugar.

Los policías identificaron a los individuos y les requisaron cuatro sacos. A continuación, comprobaron que habían contratado una gran furgoneta de alquiler y a un conductor al que le pagaron 40 euros para que hiciera el transporte hasta la Cooperativa de Inca. Una vez allí, la intención de los investigados era vender las algarrobas por un euro el kilo.

Los agentes, poco después, observaron otra furgoneta de las mismas características en un aparcamiento de la carretera Ma-15 con un conductor dentro. El sospechoso estaba esperando a los otros tres para recoger más género. Los policías lo identificaron y abrieron el vehículo. En la parte trasera guardaba cerca de 400 kilos de algarrobas distribuidos en nueve sacos.

La Policía Local de Algaida contó con la colaboración de la brigada municipal, que les cedió un tractor para confiscar el bautizado como oro negro. Los sacos de algarroba decomisados serán devueltos a su propietario. Los policías también intervinieron a los cuatro ladrones el material y las herramientas que utilizaron para la recogida del fruto como telas, sacos, cubos o palas.

La Conselleria d'Agricultura ha diseñado un protocolo de actuación para prevenir robos en la campaña de la algarroba, que controlará todas las operaciones de venta al existir el certificado de titularidad de los recintos inscritos en el Registro Insular Agrario (RIA) como de algarrobo.

Los recolectores de algarroba, ya sean propietarios o autorizados, tendrán que entregar el certificado al comprador, que se lo podrá quedar para, de esta forma, señalar la procedencia de las sucesivas entregas durante la campaña.