El acusado causó desperfectos en la puerta de la Oficina de Turismo de plaza de España. | Alejandro Sepúlveda

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La mañana del 30 de noviembre de 2020, Miguel S., de 23 años y nacionalidad española, acudió a un estudio de tatuajes de Palma. Pidió que le tatuaran una rosa en el lateral del cuello. El tatuador le informó de que tenía un precio de 450 euros y el chico aceptó. Después de cuatro horas de trabajo, Miguel S. ya tenía su flor tatuada en el cuello, pero no estaba dispuesto a pagarla e hizo un ‘simpa’. Huyó.

La jueza de lo Penal número 6 de la ciudad condenó este martes al joven a medio año de cárcel y a que indemnice al propietario del local de tatuajes y al tatuador con 450 euros.

El acusado, que se encuentra en prisión por otras causas, se declaró autor de un delito de estafa y también aceptó una multa de 30 euros por un delito leve de daños. Miguel S. escapó del establecimiento, pero cuando lo retuvieron en la Oficina de Turismo de plaza de España dio un fuerte puñetazo a la puerta y causó desperfectos.

Cuello

Los hechos juzgados tuvieron lugar sobre las 12.00 horas del pasado 30 de noviembre. Miguel S. reconoció a través de una videconferencia desde la cárcel de Palma que ese día se dirigió a un estudio de tatuajes de Palma. Quería que le hicieran una rosa en el lateral del cuello, pero en ningún momento tuvo intención de pagarla. Cuando el tatuador acabó su trabajo, el joven salió corriendo sin pagar los 450 euros que costaba.

El tatuador le persiguió en bicicleta y el propietario del establecimiento lo siguió con un bate de béisbol hasta que, finalmente, lo interceptaron junto a la Oficina de Turismo, situada en la plaza de España.

El acusado, al verse rodeado, se puso nervioso y dio un fuerte puñetazo en la puerta del punto de información y ocasionó daños que no fueron valorados, pero que no superaban los 400 euros. El Ajuntament de Palma ha renunciado a la indemnización que le pudiera corresponder. Miguel S. confesó este martes la estafa en el juicio y aceptó medio año de cárcel.