La procesada en una sala de la Audiencia Provincial. | Alejandro Sepúlveda

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La perjudicada contrató a María B. en noviembre de 2013 para que cuidara de ella en su vivienda de Marratxí. En diciembre de 2016, consiguió, gracias al clima de confianza entre ambas, aparecer como autorizada en la cuenta corriente de la anciana. Meses más tarde se apoderó de 8.000 euros de la mujer, que falleció en 2018.

Este miércoles, en la Audiencia de Palma, la procesada, de nacionalidad española, reconoció los hechos y aceptó un años y nueve meses de prisión y el pago una multa de 450 euros. Antes de la vista entregó a la heredera de la víctima 5.000 euros y en un mes deberá abonarle los 3.000 restantes.

Entre las funciones de la encausada se encontraban las de acompañar a la anciana al médico, ayudarle en las tareas del hogar, hacer la compra y acompañarla al banco. Fue contratada a cambio de adjudicarle la perjudicada la mitad de su vivienda cuando esta falleciera. Este compromiso se materializó en un testamento abierto ante notario días después de ser contratada. En diciembre de 2016, toda vez que la mujer presentaba más limitaciones, la cuidadora consiguió figurar como autorizada en la cuenta corriente. Gracias a ello se apoderó de 8.000 euros de la anciana en unos pocos meses. En abril de 2017 la familia de la perjudicada descubrió lo que hacía la imputada. La sobrina de la anciana quedó como única heredera. La acusada no entrará en prisión al quedar la pena suspendida por un plazo de tres años. Para ello deberá pagar 3.000 euros antes de un mes.