Una joven fotografía los cuatro coches calcinados en la calle Gabriel Alzamora. | Alejandro Sepúlveda

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El Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía está investigando el incendio al parecer intencionado que en la madrugada de ayer calcinó cuatro coches estacionados en la calle Gabriel Alzamora, en Palma. Los agentes están revisando las cámaras de seguridad de las inmediaciones para tratar de aclarar cómo se originó el fuego y quién se acercó a los vehículos.

De acuerdo con los datos facilitados por los equipos de emergencia, sobre las cinco y diez minutos de la madrugada unos vecinos de la barriada de Es Rafal se pusieron en contacto con el 112 para denunciar que veían grandes llamaradas en la calle.

Gran despliegue

Hasta el número 40 de Gabriel Alzamora se desplazaron bomberos de Palma y patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local, pero cuando llegaron las llamas ya estaban muy extendidas. El fuego había comenzado en un coche que llevaba meses abandonado en la calle y al que el Ajuntament había puesto las pegatinas de aviso de retirada.

Las labores de extinción se centraron en evitar que el fuego se propagara a otros vehículos aparcados en batería: «En estos casos, si hay detonaciones de los depósitos de gasolina siempre hay riesgo de que ardan uno detrás de otro», explicó uno de los funcionarios que participó en el operativo. Afortunadamente, los bomberos pudieron contener el siniestro, que finalmente calcinó por completo cuatro turismos y causó daños materiales a un quinto. Se trataba de coches de vecinos de la zona, la mayoría de los cuales descubrió por la mañana lo que había ocurrido.

Los cuatro coches quedaron envueltos en llamas.

Los investigadores confirmaron que el origen del fuego fue el coche abandonado, lo que multiplicó las posibilidades de que fuera un incendio intencionado. En este tipo de automóviles es muy improbable un cortocircuito o el calentamiento del motor, ya que llevan tiempo sin ponerse en marcha, así que la policía cree que fue un pirómano el que lo roció con alguna sustancia inflamable. Ahora, los agentes tratan de determinar si se trató de un incendiario, de los muchos que han asolado las calles de Palma en los últimos dos años, o de un vecino de la barriada indignado porque el coche abandonado había sido denunciado y pese a todo Cort no lo retiraba. Los funcionarios están revisando las cámaras de seguridad de locales y de tráfico y también se han entrevistado con residentes de esa calle por si alguno vio o escuchó algo sospechoso esa noche, durante el toque de queda.

«Al principio pensábamos que eran contenedores que ardían»

Vecinos de la zona que pasadas las cinco de la madrugada se asomaron a sus ventanas para ver qué estaba pasando contaron a los investigadores que pensaban que ardían contenedores, algo relativamente habitual en Palma. Sin embargo, acto seguido se confirmó que se trataba de cuatro coches aparcados en batería, uno al lado del otro. Numerosos vecinos se acercaron por la mañana al tramo del siniestro y se mostraron indignados: «Si ha sido un pirómano, solo esperamos que la policía lo detenga pronto y vaya a la cárcel».

PALMA.
Una vecina junto a los coches quemados.