El tiroteo del martes, que dejó un herido grave, ha disparado la tensión en Son Gotleu. | Alejandro Sepúlveda

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Máxima tensión. La Policía Nacional vigila Son Gotleu las 24 horas del día para evitar un inminente baño de sangre entre clanes gitanos enfrentados tras el tiroteo del martes. En la medianoche del viernes al sábado unas «detonaciones» dispararon todas las alarmas y todas las patrullas disponibles se desplegaron por el barrio, aunque no se pudo confirmar que se tratara de un nuevo cruce de tiros.

Cada día que pasa la cuerda está más tensa en Son Gotleu. Al límite. ‘Los Pelúos’, que llegaron hace siete años de Barcelona, tienen una superioridad numérica abrumadora. Pero han topado con un rival formidable: ‘Los Manzano’ son menos pero están más «decididos» a ir a por todas.

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Choque

Este último clan, que mantiene lazos familiares con ‘Los Sheriff’, también procede de la Ciudad Condal, pero no han pasado más desapercibidos que sus enemigos. Hasta ahora. El conflicto entre los dos clanes gitanos comenzó por un piso que iba a ser okupado por ambos grupos y por la peor acusación que se pueden hacer entre ellos: La presencia de un ‘chivato’ policial. ‘Los Pelúos’, hasta ahora intocables, recibieron un mensaje claro: «Os tenéis que ir. O ya sabéis lo que pasará». Y pasó el martes por la tarde, cuando un hombre recibió tres disparos con una pistola de 9 mm en la calle Sant Fulgenci.

Este viernes por la noche, poco antes de las doce, los vecinos escucharon «detonaciones», aunque no está claro el origen del estruendo. Durante horas la policía buscó casquillos o cartuchos en la plaza Orson Welles, pero no halló nada. Una mujer del clan de ‘Los Manzano’ denunció amenazas del clan rival y aseguró que llevaban armas en un coche. El vehículo fue registrado y no aparecieron pistolas o escopetas en su interior.

La Policía Nacional mantiene un férreo dispositivo policial y controla las entradas y salidas de Son Gotleu, con agentes también en el interior de la barriada.