Agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos, al frente de la investigación. | Alejandro Sepúlveda

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Dos detenidos por estafar más de 230.000 euros con falsas reservas a importantes cadenas hoteleras y touroperadores de Mallorca.

Agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos del Cuerpo Nacional de Policía arrestaron a un informático de la empresa que proporciona los sistemas de reservas, contratación de productos y la gestión interna para los principales touroperadores que operan a nivel mundial. La sede de dicha empresa está ubicada en Palma y fue de las pioneras en el sector turístico como central de reservas. El segundo arrestado es el project mánager encargado, a priori, de estar en contacto con clientes y proveedores (perfil técnico).

Los sistemas de control y seguridad de la propia empresa fueron quienes, hace unos días, se percataron de la estafa y pusieron los hechos en manos de su departamento jurídico. El letrado Eduardo Luna redactó una completa denuncia y aportó las pruebas documentales de los hechos. La Policía Nacional inició una investigación y descubrió que el informático de la empresa de reservas y el trabajador del touroperador estaban compinchados. Con las claves y poderes de administrador, los ladrones tenían acceso a los motores de reservas de hoteles y viajes, cargando los importes de las facturas a las cartas de crédito de las agencias.

Una conocida empresa hotelera mallorquina, el 28 de octubre de 2020, detectó reservas 'extrañas'. El modus operandi, según fuentes próximas al caso, era la siguiente. Ambos detenidos obtenían los códigos de reserva de hoteles y vuelos de paquetes vacacionales. Con posterioridad, al margen de los portales oficiales, revendían dichas reservas a otros turistas. Finalmente, los nuevos huéspedes viajaban y disfrutaban del paquete turístico contratado. De forma periódica, las cadenas hoteleras que habían ofrecido su servicios emitían la correspondiente factura a la agencia o touroperador.

Reclamación

Cuando el hotel reclama el dinero del servicio vendido las agencias remarcan que ellos no habían enviado ningún cliente registrado en su sistema informático.

Tras destaparse el escándalo, los policías arrestaron a los dos sospechosos y les acusa de un presunto delito continuado de estafa agravada, revelación de secreto y usurpación de estado civil. La investigación sigue abierta.