El periodista Boro Barber con el supercontagiador en Manacor. | Mediaset

TW
45

El supercontagiador de COVID que infectó a 22 personas en Manacor ha dado la cara este miércoles en el programa 'Cuatro al día'. El periodista Boro Barber ha localizado al hombre, que ha querido dar su versión de los hechos: «No me siento culpable de eso que dice la policía, están hablando cosas que no son».

«Después de hacerme la PCR, la médico me dijo que al día siguiente me llamarían y me darían el resultado por teléfono. Yo cogí, me fui e hice vida normal: fui al gimnasio, a trabajar...», ha explicado. En la entrevista ha reconocido que fue a entrenar porque después de hacerse la prueba «nadie me especificó 'no puedes salir de casa hasta que te demos el resultado'». Es más, el hombre ha justificado que no siguió el protocolo sanitario porque «no ve la televisión» y lo desconoce.

El supercontagiador ha negado, además, que actuase de forma intencionada: «¿Cómo voy a tener intención de contagiar a seres humanos que son igual que yo? Yo tengo 40 años, tengo una familia y tengo una niña. No ha sido mi intención, lamento todo lo que ha pasado», ha asegurado.

El hombre durante la entrevista en 'Cuatro al día'.

Barber también ha podido hablar con algunas de las personas afectadas por el brote. Rosa, propietaria del gimnasio al que acudía el hombre, ha explicado que tuvo que cerrar su gimnasio durante 18 días. «Nos dijo que se había hecho una analítica, no una PCR. Al día siguiente llamó a mi marido, Juan, y nos dijo que era positivo. Entonces activamos el protocolo», concreta.

Noticias relacionadas

Uno de los clientes del gimnasio, Juanlu, contagió a nueve personas. «Yo le veía cansado pero no esperaba nada de esto. Yo estuve 11 días confinado y hay gente que ha estado hasta 25 días porque dieron positivo más tarde». Además, ha lamentado que su hijo de 10 años ha sido el que peor lo ha pasado, «tuvo fiebre alta».

El hombre, de 40 años, fue a trabajar a finales de enero a pesar de tener 40 de fiebre. Ocho de las víctimas fueron contactos suyos directos -cinco en su lugar de trabajo y tres en el gimnasio- y 14 indirectos. Entre los afectados había 3 bebés.

Tal y como informó Ultima Hora en primicia, durante su jornada laboral se bajaba la mascarilla, tosía y siempre estaba haciendo bromas con sus compañeros de que iba a contagiarlos. Como consecuencia de esta actitud, el hombre ya ha sido despedido de su trabajo en el obrador de Can Tòfol.

La Policía Nacional ha abierto una investigación y detuvo al hombre por un delito de lesiones, aunque este mismo sábado quedó en libertad con cargos. Los agentes descubrieron además que no se trataba de un accidente, sino que era consciente de que ponía en riesgo a otras personas.