Los procesadosa en una sala de lo Penal de los juzgados de Vía Alemania de Palma. | Juan P. Martínez

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Cables arrancados, tomas de luz rotas, persianas con desperfectos, paredes sucias y una vitrocerámica destrozada. Así dejó, según la Fiscalía, un matrimonio okupa una casa de Algaida en febrero del pasado año, días después de acceder a ella. La propietaria de la vivienda los denunció tras abandonar la propiedad y comprobar los daños. La acusación pública les pide el pago de una multa de 9.600 euros.

Los procesados, de nacionalidad española, negaron los hechos ante el juez de lo Penal número 3 de Palma y explicaron que el inmueble ya tenía los desperfectos cuando ellos entraron.

Con la llave

Durante la vista, la pareja explicó cómo accedieron a la casa, ubicada en una parcela del polígono de Algaida. «Nos comentaron, no voy a decir quien, que la llave estaba escondida debajo de una piedra, la cogimos y nos metimos», relató la mujer. Ambos habían sido obligados a abandonar la vivienda donde residían días antes.

En la casa okupado solo estuvieron tres días, del 27 al 29 de febrero de 2020. Se fueron de allí tras recibir una notificación del juzgado que le instaban a marcharse. «No nos dio tiempo ni a romper nada, nosotros lo que queríamos era vivir», apuntó la mujer imputada, que añadió que fueron a ver la casa días antes para comprobar cómo era. «Estuvimos el día 20 y grabé un vídeo con el móvil. Se veían daños, pero no fueron impedimento para entrar», dijo.

Propietaria

La propietaria del inmueble por su parte dio una versión totalmente distinta. Declaró que un vecino le avisó de que había gente en su casa y que habían entrado en su vivienda. «Ni mucho menos estaba la casa así como la encontré. Cuando llegué con la Guardia Civil vi todo lo que habían hecho. Además de los desperfectos, vi que me habían robado hasta un motor del agua», subrayó. El juicio quedó visto para sentencia.