El Grupo Alazán ataca a los botellones. | Alejandro Sepúlveda

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La Policia Nacional, Guardia Civil y Policía Local han sancionado a más de 450 personas durante este fin de semana por incumplir las restricciones de la pandemia del coronavirus.

La Policía Nacional ha informado que han levantado un total de 360 actas en Baleares por incumplimiento de las medidas para el control de la pandemia de la COVID-19. Según han detallado, este viernes se levantaron 139 actas, el sábado, 209 y el domingo, 12. En Palma, se han realizado un total de 42 actuaciones e inspecciones del Grupo Alazán de Policía Nacional, Patrulla Verde de Policía Local y cuatro inspectoras de las Consellerias de Turismo y Sanidad del Govern.

De este modo, los agentes intervinieron en varias reuniones de personas en la vía pública, que estaban consumiendo alcohol y no respetaban las medidas sanitarias. Todos fueron propuestos para sanción.

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En concreto, el viernes se intervino en la playa de Can Pere Antoni, donde había un grupo de 16 personas haciendo botellón. Además, el sábado se actuó en una zona próxima al Dique del Oeste donde se levantaron 43 actas. Dos horas después, en el barrio de Son Rapinya, en otro botellón se pusieron 23 actas.

Por su parte, la Guardia Civil ha denunciado durante este fin de semana a más 100 personas en diferentes localidades de Baleares por incumplimientos de las medidas sanitarias. Los agentes han explicado este lunes que las actuaciones han sido desarrolladas de manera conjunta con la Policía Local, habiéndose establecido igualmente dispositivos de inspección con inspectores del Govern. Principalmente, los controles han sido sobre el aforo y las terrazas.

Este domingo, efectivos de la Guardia Civil y Policía Local de Alcúdia intervinieron la celebración de una fiesta en una vivienda de alquiler vacacional, en la que fueron identificadas 58 personas. La fiesta se había desarrollado la noche del sábado y algunos de sus asistentes permanecieron en el lugar hasta pasado el mediodía del domingo.
En estos momentos se enfrentan a una posible sanción que alcanzaría la cifra de los 60.000 euros, no solamente por participar en la fiesta, sino también por infringir las obligaciones establecidas por Baleares en cuanto a cuestiones tales como las limitaciones horarias de los desplazamientos.

Varios de los asistentes fueron igualmente denunciados por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Así mismo un total de seis pasajeros fueron denunciados en el aeropuerto de Ibiza cuando pretendían entrar en la Isla sin motivo justificado.