Imagen del macrobotellón organizado junto a un colegio de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Nuevo fin de semana de incumplimientos y desfase entre los jóvenes de la capital balear. Agentes del Grupo Alazán de la Policía Nacional, Patrulla Verde (Policía Local de Palma) e inspectores de Turisme del Govern balear han levantado más de 300 actas, en menos de 48 horas, por incumplimientos de las normativas COVID.

De las 42 inspecciones realizadas durante el viernes y el sábado, destacan dos macrobotellones detectados en las inmediaciones del colegio Madre Alberta y en el Dique del Oeste. En ambos casos, los agentes localizaron a decenas de jóvenes consumiendo alcohol, fumando porros y con la música a todo volumen.

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Esta circunstancia provocó que fueran numerosos los vecinos que alertaron a la central de emergencias policial y también se pusieran en contacto con Ultima Hora. La comitiva policial se desplazó hasta el lugar y levantó las correspondientes propuestas de sanción por botellón y reunión de personas no convivientes.

Otra de las actuaciones más destacadas se produjo durante la tarde del sábado. Concretamente fue la clausura de un restaurante Kebab en la plaza Pere Garau por incumplimiento de la normativa vigente. También se inspeccionó un restaurante chino de la calle Manacor, que dispone de 10 días para subsanar las deficiencias de salubridad que se detectaron en su interior.

En la calle Santa Florentina, el colmado que la semana pasada estaba repleto de cucarachas, fue inspeccionado de nuevo y también se le otorgan diez días para limpiar y adaptar el local.