El juicio se celebró a través de videconferencia. | Alejandro Sepúlveda

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Dos hombres, padre e hijo, se enfrentan al pago de una multa cada uno de ellos de 3.600 euros acusados de haber provocado daños en la furgoneta de su exjefe entre julio y septiembre de 2018.

Los procesados, a través de videoconferencia desde Cádiz, donde residen, negaron los hechos durante el juicio, celebrado este viernes en Palma. «Nos despidió y nos enfadamos, pero no somos personas de hacer eso», relató uno de ellos. El perjudicado explicó que un día encontró su furgoneta Iveco con un retrovisor destrozado y una nota: «Tus amigos los de Cádiz». Semanas después denunció a sus exempleados.

Los hechos se remontan a julio de 2018. Días antes los imputados habían sido despedidos de una empresa de construcción. Según el denunciante porque «llegaban siempre tarde y el padre, encima, no perdonaba la siesta en horas de trabajo», dijo. Los dos hombres cobraron lo fijado por ley pero, según uno de ellos, no estaban de acuerdo con la cantidad. «Firmamos el finiquito porque necesitábamos el dinero. Quedamos en que nos pagaría lo que nos debía», relató. Esto último fue negado por el afectado ya que «cobraron lo que toca».

A partir de ahí, según el perjudicado, empezó el hostigamiento a través de llamadas y mensajes de Facebook. Y también la fijación por su vehículo. En julio, según la Fiscalía, fracturaron un retrovisor de la furgoneta Iveco de su exjefe. Ese día, presuntamente, dejaron una nota: «Tus amigos los de Cádiz», algo que negaron. Dos meses más tarde le hicieron rayaduras.

El juicio quedó visto para sentencia. Además de la multa deberán abonar 1.647 euros por los desperfectos.