La regidora Joana Maria Adrover, frente al cuartel de la Policía Local de Palma, donde ocurrieron los hechos. Foto: Alejandro Sepúlveda | Alejandro Sepúlveda

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La Policía Local de Palma ha abierto una investigación para aclarar el caso de un agente suspendido de empleo y sueldo que se coló en el cuartel de San Fernando y se presentó con una tarta ante la regidora Joana Maria Adrover, en su despacho.

Los hechos, tal y como ha adelantado este viernes la sección Tinta Roja de Ultima Hora, ocurrieron hace unos días, cuando un agente que lleva un tiempo suspendido por unos hechos muy graves compareció en la entrada principal del cuartel, con una tarta en las manos. Intentó entrar, pero sus compañeros le negaron el paso por su situación laboral. Sin embargo, en un descuido de los funcionarios de puertas, corrió hacia adentro y se le perdió el rastro.

Los policías comenzaron a buscarlo, pero no sabían que había ido directamente al despacho de la regidora Joana Maria Adrover, en la primera planta. Se saltó el control de la secretaria de la entrada e irrumpió en la oficina donde la jefa política de la Policía Local estaba sola en esos momentos, trabajando en unos informes.

Adrover, muy extrañada, le preguntó quién era y qué quería y cuando el policía le dio el nombre comprendió que se trataba del agente suspendido, al que no había llegado a conocer. «Quería conocerla, regidora», le espetó el intruso, ante el nerviosimo cada vez mayor de la concejala, que no tiene botón de pánico en su despacho.

El hombre, al parecer, quería que ella le ayudara para poder regresar a su trabajo y pretendía entregarle una tarta. Tras unos minutos eternos para Adrover, finalmente unos policías entraron en el despacho y se llevaron al sospechoso. Cuatro días después, sin embargo, regresó al cuartel para intentar hablar de nuevo con la concejala. En esta ocasión ya no pudo colarse.