Una sala de lo Penal número 4 de Palma acogió este martes la vista, que se inició alrededor de las 10.00 horas y se prolongó hasta pasadas las 16.00 horas, momento en el que quedó visto para sentencia. En la imagen, uno de los doce imputados durante su declaración ante la juez. | Juan P. Martínez

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El proceso de matriculación en la mayoría de colegios concertados de Palma supone cada año muchos quebraderos de cabeza para miles de padres. El objetivo es conseguir la primera opción señalada en el formulario rellenado y entregado en el centro correspondiente. El curso 2013/2014 no fue la excepción. Ese ejercicio escolar una docena de padres se las ingeniaron para que sus hijos consiguieran acceder al Sant Francesc. Unos, presuntamente, falsificaron su lugar de trabajo y otros enfermedades crónicas de los menores.

El objetivo, conseguir la mayor puntuación posible y así asegurarse una plaza en el centro. Este martes se celebró el juicio en una sala de lo Penal de Vía Alemania. Varios de los acusados admitieron los hechos y pagarán una multa. El resto se enfrenta a una pena de nueve meses de prisión.

Afectado

El asunto dio el salto a la esfera judicial tras la denuncia de un padre que vio cómo su hija se quedaba sin una de las 56 plazas que ofertaba para el curso 2013/2014 el colegio Sant Francesc para niños de tres años. Él mismo relató a la juez lo ocurrido. «Palma es pequeña. Sabíamos que había un caso que era falsificado. Desde ese momento empezamos una batalla para conocer la verdad». No había sólo un asunto raro. Ni mucho menos.

Lo que más le llamó la atención al varón fueron los casos presentados con enfermedades crónicas. «Sorprendía el porcentaje de menores que había con certificados médicos. En chicos de hasta 16 años el número es bajo, imagínese en los de tres. No era normal esa cantidad tan elevada en niños tan pequeños y en el mismo centro», explicó. Después de varios años de lucha y en el que el caso se llegó a archivar, la Audiencia ordenó su reapertura en mayo de 2016. El afectado también explicó que tuvo que matricular a su hija en otro centro escolar concertado de la capital balear y que desde el año pasado cursa sus estudios en uno privado. Por ello solicita una indemnización por los daños morales ocasionados durante estos años.

Varios de los padres admitieron los hechos en la vista. La mayoría de los que falsificaron el centro de trabajo para conseguir más puntos y así acceder al centro deseado. Uno de ellos llegó a simular la firma de una empresaria que no conocía de nada. También reconocieron el delito algunos acusados de falsear informes médicos. Los que admitieron los hechos indemnizaron al denunciante y fueron condenados al pago de una multa de 1.440 euros, que sustituye a una pena de medio año de prisión, más otros 720 euros. Los juzgados por falsear, presuntamente, certificados médicos en el proceso de matriculación de sus hijos, aportaron en su momento documentos que acreditaban las enfermedades. Uno de ellos fue emitido por un doctor de Valladolid y otro por uno de Lleida. Estos acusados se enfrentan a una pena de nueve meses de prisión y a una multa por un delito de falsificación de documento oficial. El juicio, después de casi seis horas, quedó visto para sentencia.

56 plazas para niños de tres años en el colegio Sant Francesc

El curso 2013/2014 el colegio Sant Francesc de Palma ofertó 56 plazas para niños de tres años. La hija del denunciante quedó en un primer momento en el puesto 64 y posteriormente tras una impugnación en el 60. En ambos casos se quedaba sin su primera opción de centro.

Imagen del colegio de Sant Francesc, ubicado en la calle Ramón Llull.