Agentes del Grupo de Homicidios detuvieron a los diez acusados de la agresión.

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Los acusados de agredir a tres policías en el poblado de Son Banya se enfrentan a una petición fiscal de 40 años de cárcel e importantes sanciones económicas. En su escrito de acusación, el fiscal Miguel Ángel Anadon sostiene que el principal acusado, José Fernández Terrón, había sido localizado en las inmediaciones del poblado. Sobre él pesaban hasta cuatro requisitorias judiciales, tres de ellas de busca, detención e ingreso en prisión.

Al detectar la presencia policial, el sospechoso se fugó y se introdujo en el poblado. Una vez allí, en la explanada, más de 70 personas rodearon a los agentes, se enfrentaron a ellos llegando a lanzarles piedras, algunas de ellas alcanzando lo vehículos policiales.

Al mismo tiempo, la multitud no cesaba de amenazar a los agentes diciéndoles que no iban a salir vivos, con grave riesgo para la vida e integridad personal dado que se encontraban en inferioridad numérica. Además, también le propinaron puñetazos, patadas y mordiscos.

La Fiscalía solicita para cada uno de los diez acusados la pena de cuatro años de prisión, una importante sanción económica y las costas del proceso.

El ministerio público también recoge los múltiples antecedentes de muchos de los acusados. Esto conllevará su ingreso en prisión si son condenados. La petición de la Fiscalía ha sido muy bien recibida en el seno de la Policía Nacional. «Estamos totalmente de acuerdo con el escrito acusatorio del ministerio fiscal porque entendemos que pegar a un policía no puede salir gratis. Hay que llegar hasta el final y que los agresores paguen por sus actos delictivos», apunta Manuel Pavón, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP).