El Seprona de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación del fallecimiento del perro. | Alejandro Sepúlveda

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Un juzgado de Palma ha absuelto a un hombre acusado de matar al perro de su vecino con veneno para ratas en Sant Jordi en 2019. La jueza indica que no ha quedado acreditado que la muerte del can se hubiera producido a consecuencia de la ingesta del veneno colocado por el investigado.

Los hechos se remontan a finales de octubre de 2017, cuando el acusado esparció raticida por su finca para acabar con una plaga de ratas. El hombre colocó el producto en el vallado de separación del terreno colindante, propiedad de un matrimonio.

El hombre avisó a los vecinos de que había puesto veneno para acabar con los roedores. El 3 de noviembre, ‘Pitufa’, una perra de la raza border collie, falleció a raíz de una hemorragia masiva por la ingesta de raticidas.

Los dueños del animal interpusieron una denuncia ante la Guardia Civil y agentes del Seprona acudieron a inspeccionar la finca del denunciante, que les entregó una bolsa mordida con una sustancia en forma de pasta de color rojo. El hombre había recogido el producto en la zona limítrofe con la propiedad del acusado. Los agentes se dirigieron a la finca del investigado y se incautaron una de las bolsas que había utilizado para terminar con la plaga de ratas.

El veneno no tenía la misma composición que el que encontraron en el terreno de los dueños de los perros y, además, era de otra marca.

Un guardia civil del Seprona comentó en el juicio que era imposible que el perro se pudiera envenenar con los tubos que utilizaba el acusada para matar a las ratas. «El animal no podía meter allí el hocico, ni siquiera una pata», dijo el agente que investigó el fallecimiento.

La Fiscalía pedía un año y dos meses de prisión para el acusado por un delito de maltrato animal grave y que indemnizara a los dueños de ‘Pitufa’ con 1.000 euros por los daños morales.