Los cierres de locales, comercios, complejos hoteleros y de ocio, las urbanizaciones y el aumento de la delincuencia está ocasionando que el sector de la seguridad privada haya tenido que modificar algunos de sus servicios.
Juan Ybarra, gerente de Ideas, empresa de formación de vigilantes, explica que están recibiendo de forma constante peticiones de empresas importantes de seguridad de la Península que necesitan incorporar en sus plantillas trabajadores titulados y cualificados.
«Estamos en tiempo de pandemia y no podemos quedarnos sentados en casa mirando la televisión. Es un buen momento para formarse e iniciar una profesión de futuro y con salidas laborales. La formación no es un gasto, es una inversión. Os pongo un ejemplo. En cuatro o cinco meses como máximo una persona que reúna los requisitos establecidos por la Policía Nacional y el Ministerio del Interior puede convertirse en vigilante de seguridad. Más del 95 por ciento de los chicos y chicas que obtienen su TIP (Tarjeta de Identificación Profesional) están trabajando», apunta Ybarra.
En la Isla las ofertas de empleo son continuas, pero la gran demanda de trabajo también afecta a las grandes empresas del sector de la Península.
Miguelpesk
Hace un mes
Antonia .si los mallorquines trabajaran,no tendríamos que venir a hacer vuestro trabajo .no veo muchos mallorquines aprendiendo idiomas..casi parecen independentistas .si no fuera por los extranjeros .vos menjariau una puta merda,pa que l entenguis mijor.forastero es una minoría que viene de fuera.piensa bien haber si no eres tú la forastera a estas alturas .