Bomberos y Protección Civil retirando ayer árboles caídos en la plaza Rufino Carpena de Llucmajor. | P.C.

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Se fue, pero su paso su devastador. Mallorca se recuperaba este sábado de los daños causados por la borrasca Hortense, que ha dejado casi 400 incidencias, la mayoría de ellas árboles caídos y paredes derrumbadas. Los dos heridos del viernes -una señora de 49 años y un policía local de Calvià- se recuperan favorablemente de sus heridas.

Los Bomberos, Protección Civil y algunas policías locales se desplegaron al amanecer en zonas afectadas por el temporal, como algunas barriadas de Palma, Can Pastilla, Llucmajor o las urbanizaciones de Bahía Azul, s’Estanyol y esa línea de la costa.

Despejar caminos

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Los vientos huracanados tumbaron unos 70 árboles en media Mallorca, la mayoría de ellos pinos. Los que cayeron sobre carreteras o calles fueron retirados horas después, pero ayer aún quedaban algunos en caminos y carreteras secundarias y los equipos de emergencia se centraron en despejar estas vías. También retiraron tejas, letreros o carteles que estaban colgando y constituían un verdadero peligro para los viandantes.

Las compañías de seguros han recibido cientos de peticiones para cubrir los daños y ayer algunos peritos seguían revisando los desperfectos, para confirmar que habían sido provocados por Hortense.

Decenas de coches sufrieron desperfectos al caerles encima trozos de fachadas o paredes. Ayer, en cualquier caso, la situación era de prácticamente normalidad y no se registraron rachas de viento huracanado. En la costa, sin embargo, había olas de tres metros que causaron algunos problemas a las embarcaciones amarradas, como ocurrió en el Port d’Andratx.