Los dos acusados en el juicio celebrado en una sala del juzgado de lo Penal 3 de Palma. | Guillermo Esteban

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El 10 de abril de 2019, un hombre circulaba en coche por la calle Manacor de Palma y se encontró al primo de su mujer, que iba caminando y fumando un porro de marihuana. El conductor le recogió para acompañarle a su domicilio, pero agentes motorizados de la Policía Local de Palma los interceptaron por el fuerte olor a marihuana que emanaba del vehículo.

«A mí no me llamó la atención el olor a marihuana porque él siempre huele a marihuana», afirmó el conductor del coche este jueves en el juicio. El hombre explicó que cuando los policías les dieron el alto el copiloto puso una bolsa con un kilo de marihuana en la parte trasera del coche. «Yo no me dedico al tráfico de drogas», insistió el acusado.

El individuo que iba de copiloto reconoció que llevaba una bolsa de marihuana y que la dejó en la parte de atrás del vehículo cuando la Policía Local les interceptó. Los agentes que detuvieron a los dos sospechosos relataron que les llegó un fuerte olor a marihuana y que vieron cómo el copiloto colocaba una bolsa detrás del coche. «El olor era exagerado», dijo uno de los policías locales. «Los paramos y vimos una bolsa de basura en el interior del vehículo con un kilo de marihuana en cogollos. Los ocupantes nos dijeron que la habían encontrado en un contenedor». Los agentes no creyeron esa versión y los detuvieron.
La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel para el conductor del coche, que tiene antecedentes por tráfico de drogas, y un año y medio para el copiloto.

Las defensas, Tomeu Salas y Toni Vidal, reclamaron la absolución de ambos. Salas comentó que su representado, el conductor del vehículo, no tenía por qué saber lo que contenía la bolsa que llevaba el copiloto. Vidal apuntó que no había quedado demostrado que la marihuana de su cliente fuera para su distribución.