El letrado Eduardo Luna, junto con uno de los policías afectados y Manuel Pavón, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP). | Julio Bastida

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Los policías heridos de gravedad tras ser embestidos intencionadamente por un toxicómano en el poblado de Son Banya sostienen que el conductor quería acabar con sus vidas.

El pasado miércoles, uno de los agentes implicados en esta causa mantuvo una reunión con Manuel Pavón, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) y con Eduardo Luna, abogado que está al frente de la acusación particular en este caso. Tras realizar un primer estudio del atestado y conocer de primera mano la versión del agente, el letrado sostiene que se trata de una tentativa de homicidio en toda regla.

«El toxicómano aceleró directamente contra el vehículo policial. No había ningún objeto en el trayecto que le obligara a hacer algún tipo de maniobra extraña. Además, de forma espontánea, ante numerosos testigos, afirmó que lo había hecho aposta para matar a los policías porque le habían quitado su papelina», comenta el letrado Eduardo Luna.

«Los compañeros están vivos porque, además de suerte, iban en unos de los vehículos de dotación nuevos. Se trata de coches muy fuertes que consiguieron amortiguar el golpe», apunta Manuel Pavón del SUP.

Desde el sindicato policial hacen especial hincapié en mostrar su estupor e indignación ante la polémica decisión del juez de guardia que de forma totalmente incomprensible dejó en libertad al toxicómano acusado de embestir intencionadamente a dos policías en el poblado de Son Banya. Este malestar se extendió a la gran mayoría de cuerpos policiales.

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Según el atestado policial, al que ha tenido acceso Ultima Hora, los agentes estaban prestando servicio de prevención en Son Banya con un vehículo rotulado. En un momento dado vieron a un vehículo circulando por la vía pública saliendo del poblado y le dieron el alto a fin de comprobar si portaba sustancias estupefacientes e interesarse por el motivo por el que no estaba cumpliendo el toque de queda.

Tras identificar al sospechoso, se le interrogó por el motivo por el cual no estaba cumpliendo las medidas sanitarias. El conductor no pudo argumentar ningún motivo o justificación, admitiendo que su residencia está ubicada en Sóller. Tras inspeccionar el vehículo, los funcionarios policiales localizaron una bolsa en cuyo interior había cocaína.
Tras levantar la correspondiente acta de sanción por la droga y por el incumplimiento del toque de queda invitaron al acusado a que abandonara el lugar. El coche patrulla realizó una batida por el interior del poblado y, transcurridos unos tres o cuatro minutos, cuando circulaban por la carretera que da acceso a Son Banya, el vehículo antes interceptado emprendió la marcha a gran velocidad con las luces apagadas de frente hacia el vehículo policial. El toxicómano no dudó en embestir intencionadamente al vehículo oficial impactando en la parte delantera y por le lado del conductor al no tener tiempo de reacción los agentes.

Tras proceder a su arresto, el sospechoso arrojó una tasa de alcohol de 0,70 mg/l. El detenido, al ser interrogado por los motivos de su comportamiento, afirmó: «Al quitarme la raya me han quitado la vida porque no tengo más dinero y por eso lo he hecho».

«Desde el SUP decimos basta ya. No puede salir tan barato agredir a nuestros compañeros. El sábado podrían haber fallecido en este intento de homicidio», añade Manuel Pavón, secretario general del sindicato.

«Hoy podemos confirmar, que todo aquel que atente contra un policía, el SUP se personará como acusación particular para que los agresores paguen por ello. Agredir a un policía en este país sale barato, lo que no vamos a consentir es que salga gratis», concluye Pavón.