Policías de la UCRIF en el momento de la detención de la empleada desleal. | Policía Nacional

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Una empleada del hogar desleal ha perpetrado uno de los mayores robos y estafas de los últimos años a los propietarios del chalet donde trabajaba en la Platja de Palma.

Agentes del Grupo de Investigación de la comisaría de Platja de Palma han detenido a una mujer, marroquí de 57 años, acusada de robar un 'tesoro' de valor incalculable entre las que se encontraban varias monedas de oro de Alfonso XII, numerosas joyas muy antiguas (más de 200.000 euros) y dinero en efectivo.

Los hechos se remontan al pasado año 2008 cuando la mujer, recomendada por amigos del matrimonio, contrataron los servicios de la ahora detenida como trabajadora del hogar. La presunta autora del robo continuado ejercía labores de limpieza y otras tareas que los dueños del chalet le solicitaban. El grado de confianza fue creciendo con el paso del tiempo y la empleada desleal se fue aprovechando de la buena voluntad del matrimonio jubilado.

Las víctimas no dudaron en ayudar económicamente a la mujer con importantes cantidades de dinero para que hiciera frente al pago del alquiler o cubrir sus necesidades básicas. Cuando el montante de dinero (deuda) ya era inasumible, la sospechosa comenzó a perpetrar robos en la vivienda.

A partir del mes de julio y hasta la fecha el matrimonio denunciante comenzaron a sospechar y a detectar importantes retiradas de dinero de sus cuentas bancarias a través de la tarjeta de crédito de uno de ellos y la desaparición de joyas.

La propietaria de la vivienda declaró en sede policial que recuerda perfectamente que tenía muchas de estas joyas en una caja fuerte dentro de la cómoda de su habitación, todo ello bajo llave. Y que sin forzar la cerradura las mismas fueron desapareciendo poco a poco.

Tras denunciar los hechos en la Policía Nacional, los agentes comprobaron que gran parte del 'tesoro' robado se estaba vendiendo en el mercado negro. No tardaron mucho en darse cuenta que tras los robos se encontraba la empleada desleal. La investigación fue laboriosa y complicada. La mujer utilizaba la identidad de amigas suyas (documentación) para poder vender el género.

Finalmente, la trabajadora ha sido detenida y acusada de un presunto delito robo con fuerza y otro de estafa.